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Mediterranean Gypsies. A forgotten history beyond diaspora, nomadism, marginality in three Western Mediterranean areas of the Spanish Crown (Andalusia, Sicily, Sardinia, 16th- early 18th century)

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Volver a imaginar la vida de los gitanos en el Mediterráneo europeo

Un proyecto revolucionario da voz a las comunidades gitanas históricas que vivieron y trabajaron en la región del Mediterráneo occidental. Gracias a fuentes nuevas, ha surgido una imagen vívida de cómo era realmente la vida.

Las representaciones históricas de la vida gitana(se abrirá en una nueva ventana) en el Mediterráneo occidental suelen ser selectivas, al basarse en documentación y fuentes no oficiales. Dichas fuentes normalmente no pueden captar de forma adecuada la riqueza y la diversidad de cómo era realmente la vida comunitaria. El proyecto MediterraneanGypsies(se abrirá en una nueva ventana), que se llevó a cabo con el respaldo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana), se puso en marcha para repensar la manera en que la historia ha enmarcado a las personas gitanas.

Priorizar las fuentes primarias

El proyecto se centró en la movilidad de los gitanos en tres zonas del Mediterráneo occidental (Andalucía, Sicilia y Cerdeña) en los siglos XVI y XVII y principios del XVIII. Asimismo, se propuso abordar tres objetivos fundamentales. El primero era rebatir la representación habitual de la diáspora(se abrirá en una nueva ventana) de los gitanos como viajeros eternos. El segundo era documentar y analizar la continuidad de la presencia gitana en la zona del Mediterráneo occidental. Por último, el proyecto se propuso comprender cómo los gitanos mantuvieron su identidad étnica, mientras formaban parte de la sociedad española e italiana. «Las reconstrucciones históricas tradicionales se han basado principalmente en utilizar determinados documentos institucionales», explica Massimo Aresu, beneficiario de una beca Marie Skłodowska-Curie e investigador invitado en la Universidad de Leeds(se abrirá en una nueva ventana) (el Reino Unido). «Estos incluyen ordenanzas y decretos reales, actas sinodales y leyes de la Inquisición, que tienden a privilegiar una visión reduccionista de los gitanos». Basándose en su investigación anterior, Aresu analizó una amplia variedad de fuentes primarias, la mayoría inéditas, desde registros personales hasta escrituras notariales y fondos parroquiales. Ello le permitió reconstruir un mapa de movimientos y asentamientos de personas y grupos familiares más amplios.

Una parte de la historia de Europa

La investigación demostró satisfactoriamente la gran complejidad de las relaciones de los gitanos con las instituciones religiosas y civiles en las regiones del Mediterráneo entre los siglos XVI y XVII. «Esas relaciones se expandieron a los ámbitos sociales y económicos», afirma Aresu. «Por ejemplo, los documentos recogidos destacaron la importancia de rituales que marcaron la vida religiosa, en particular bautizos y bodas». Se trataba de momentos importantes que consolidaron la pertenencia de los gitanos a las comunidades locales, a través de una enorme red de relaciones, intercambios económicos, interacciones sociales y alianzas. La investigación de archivos también dejó patente una categoría de documentos inesperada y notable: los salvoconductos, formalmente otorgados a líderes gitanos en Sicilia en el siglo XVI. Estos permitieron a los gitanos viajar sin restricciones, en contradicción con la legislación antigitana promulgada en 1499. «Dichos hallazgos ofrecen pruebas del vacío que existió entre las leyes oficiales y su aplicación real, así como de la variedad de los contextos en que se desenvolvían los grupos de gitanos», destaca Aresu. «También pudimos mostrar que el proceso de asentamiento de la población gitana en Andalucía, Sicilia y Cerdeña no solo era una diáspora, sino que formaba parte una circulación mediterránea más amplia». Además de a los gitanos, dicha movilidad incluía también a grupos sociales como marineros, soldados, comerciantes, artesanos y peregrinos. Los documentos atestiguan que las mujeres gitanas eran tejedoras,, hilanderas e incluso emprendedoras, lo que cuestiona la imagen sobre la videncia y la hechicería gitanas. Los hallazgos indican claramente que la mayoría de las familias gitanas eran totalmente aceptadas por las sociedades con las que interactuaban y a las que, en última instancia, pertenecían. «Ello suscita una imagen diferente a las representaciones habituales de los gitanos como grupo marginal que no pertenece a la historia europea», afirma Aresu. «Espero que esta labor ayude a rebatir algunos discursos antigitanos que siguen existiendo en parte de la sociedad europea».

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