Transmisión de la lepra: el papel de los animales silvestres
La lepra(se abrirá en una nueva ventana) es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria de crecimiento lento «Mycobacterium leprae» y afecta a la piel, los ojos, los nervios periféricos y las vías respiratorias. La enfermedad estuvo muy extendida en la Europa medieval y ahora está limitada a las regiones tropicales y subtropicales. La revolución en el tratamiento llegó con el fármaco antiinflamatorio y antibacteriano dapsona(se abrirá en una nueva ventana), que debía administrarse durante toda la vida. Desde los años sesenta del siglo pasado, se utiliza una combinación de antibióticos para su cura, especialmente rifampicina, dapsona y clofazimina, que ha originado un descenso significativo del número de casos. Sin embargo, cada año se producen casi doscientos mil nuevos casos y la aparición de la farmacorresistencia constituye un motivo para el resurgimiento del interés en los mecanismos de resistencia subyacentes y en el modo de transmisión de «M. Leprae».
Análisis genético de «M. Leprae»
El objetivo del proyecto LEPVORS, financiado con fondos europeos, era identificar los genes de la farmacorresistencia y asociarlos con el fenotipo clínico. La investigación se emprendió con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana) (MSCA) y consistió en la identificación de mutaciones en muestras clínicas que pudieran asociarse con la evolución de la enfermedad. Los investigadores tuvieron que sortear la dificultad del cultivo de «M. Leprae» en el laboratorio mediante la obtención de muestras directamente de personas infectadas. La secuenciación de 150 genomas de «M. leprae» dio lugar a la identificación de genes hipermutados en cepas específicas que presentaban signos de farmacorresistencia. Los resultados sugirieron un mecanismo anteriormente desconocido de resistencia a la dapsona que debe seguir investigándose. El trabajo también consistió en el análisis de muestras clínicas de Brasil, donde se transmitieron algunas de las cepas resistentes identificadas en pacientes sin vínculo familiar ni antecedentes de contacto. Charlotte Avanzi, beneficiaria de una beca MSCA, explica: «Nuestros datos sugieren que la resistencia a la dapsona es más prevalente de lo que se notifica en la actualidad».
Información sobre el mecanismo de transmisión
Durante años, los seres humanos se consideraron como los únicos hospedadores de «M. leprae». Sin embargo, pruebas recientes(se abrirá en una nueva ventana) indican un reservorio bacteriano en armadillos y ardillas rojas, lo que sugiere la transmisión zoonótica. Claramente, esto pone en riesgo la posibilidad de erradicación de la lepra. Los científicos de LEPVORS utilizaron las evidencias genéticas de las colonias clínicas para rastrear la historia de la cepa y de la enfermedad y para identificar la vía de transmisión en la población humana y en animales. Demostraron que los armadillos de México(se abrirá en una nueva ventana) y las poblaciones silvestres de chimpancés de Guinea-Bisáu y Costa de Marfil(se abrirá en una nueva ventana) son reservorios naturales de los bacilos de la lepra. Curiosamente, la cepa que circulaba en los armadillos era muy similar genéticamente a la que circulaba entre los seres humanos en México. En cambio, las poblaciones silvestres de chimpancés albergaban cepas bacterianas poco frecuentes y diferentes. Avanzi subraya: «Parece que el reservorio animal juega un papel muy importante en la transmisión de la lepra y que "M. Leprae" puede estar circulando en más animales silvestres de lo que se sospechaba inicialmente». La existencia de varios reservorios en diferentes países indica claramente que deben revisarse los programas para la eliminación de la lepra a fin de tener en cuenta también los enfoques animal y ambiental para erradicar la enfermedad.