Un aditivo para piensos sin antibióticos aumenta la producción de las vacas lecheras
Durante mucho tiempo, los antibióticos promotores del crecimiento han sido los compuestos de referencia empleados para aumentar la producción de las vacas lecheras. Estos aditivos no solo mejoran la eficiencia alimenticia y la producción de leche, sino que además aumentan los beneficios de los ganaderos. Por desgracia, los mismos antibióticos empleados para aumentar la producción de leche también pueden terminar entrando en la cadena alimentaria. Cuando las personas beben leche o consumen carne, aumenta el riesgo de desarrollar resistencia a los antimicrobianos. Por ello, el empleo de antibiótico promotores del crecimiento está prohibido en la Unión Europea desde 2008, lo que deja a los productores lácteos europeos en desventaja competitiva. Si bien se han comercializado una serie de productos alternativos sin antibióticos, ninguno es tan eficaz como sus homólogos con antibióticos, hasta ahora. Con el apoyo del proyecto financiado con fondos europeos RumenShield Dairy, el equipo de Mayo Healthcare, una empresa irlandesa de sanidad y nutrición animal, ha desarrollado un aditivo para piensos sin antibióticos capaz de aumentar de forma notable la eficiencia alimenticia y la producción de leche. «Nuestro objetivo era volver a posicionar a los ganaderos europeos a la cabeza del mercado en términos de producción de productos lácteos con la mejor calidad del mundo», comenta Killian O’Briain, investigador de Mayo Healthcare y coordinador del proyecto RumenShield Dairy.
Más leche, mejor eficiencia alimenticia
RumenShield Dairy, desarrollado en cooperación con la Universidad Nacional de Irlanda, es un innovador aditivo para piensos no tratado farmacológicamente y diseñado específicamente para vacas lecheras. «Se trata de un gran avance para los rumiantes —agrega O’Briain—. Es la primera tecnología de piensos compuestos de su tipo que aumenta la energía del rumen al mejorar la conversión alimenticia, al tiempo que reduce el riesgo de cetosis y acidosis». O’Briain explica que las fábricas de piensos pueden incluir los aditivos en las raciones y las mezclas que se dan las vacas lecheras. «El aditivo, una vez digerido, llega al rumen, el compartimento del estómago más grande de la vaca, donde repercute en la comunidad microbiana local», aclara el investigador. «De este modo, promueve una mayor conversión alimenticia y un aumento de la energía, lo que en último término favorece una mayor producción de leche y una mejor eficiencia alimenticia». Los resultados iniciales indican que los efectos de RumenShield Dairy son similares a los de los antibióticos promotores del crecimiento. «Los ensayos clínicos, que se realizaron en una universidad de los Estados Unidos, revelaron un rendimiento equivalente de la monensina sódica, un antibiótico para piensos, que se ha demostrado que aumenta la producción de leche y mejora la eficiencia alimenticia», agrega O’Briain.
Una vaca sana es una vaca feliz
Las ventajas de RumenShield Dairy van mucho más allá de aumentar la producción de leche, también se ha demostrado que mejora la salud general de las vacas. «Al reducir la incidencia de la cojera y la mastitis, así como al aumentar la tasa de fertilidad, nuestro innovador producto sin antibióticos ayuda a garantizar vacas más felices y saludables que producen leche de mejor calidad», concluye O’Briain. La suma de todas estas ventajas da lugar a un producto que augura un aumento en los ingresos y una mejora global del bienestar de los animales, todo ello sin comprometer la salud animal y sin añadir antibióticos a la leche que bebemos. La empresa prevé comercializar el aditivo RumenShield Dairy en 2023.
Palabras clave
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