Una tecnología impulsada por inteligencia artificial pretende ayudar a las abejas a prosperar
Más de una tercera parte de los cultivos alimentarios del mundo dependen de los polinizadores para la fecundación y las abejas por sí solas polinizan cerca del 75 % de los cultivos de árboles frutales, hortalizas y frutos secos. Por lo tanto, el hecho de que las abejas hayan estado muriendo en masa en todo el mundo debería ser una preocupación para todos nosotros. El fenómeno, conocido como trastorno del colapso de las colonias, se identificó por primera vez en 2006. Desde entonces, algunos países europeos han informado de la pérdida de alrededor de un tercio de sus colonias en un solo invierno. Aunque se sospecha del cambio climático, los plaguicidas, los parásitos y los virus, hasta la fecha, los científicos no han logrado identificar exactamente qué impulsa este declive.
Abordar el trastorno del colapso de las colonias
Uno de los principales desafíos para hacer frente al trastorno del colapso de las colonias es que la tecnología apícola apenas ha cambiado durante cientos de años. Los insectos se alojan en cajas de madera, que luego se dispersan por los campos para que las abejas busquen alimento. Por lo tanto, las interacciones entre los apicultores y las abejas dependen de cuándo aquellos pueden realizar las visitas. Si un virus o parásito entra en la colmena mientras tanto, puede ser demasiado tarde para salvar la colonia.
Colmenas para el siglo XXI
La empresa israelí Beewise Technologies ha tratado de abordar esta debilidad aplicando la tecnología del siglo XXI a las colmenas. Mediante la integración de visión artificial, IA y robótica, así como control automático del clima y control de plagas, los apicultores pueden rastrear sus colmenas de forma remota y cuidar de sus abejas. El objetivo del proyecto BeeHome, financiado con fondos europeos, era optimizar y validar esta tecnología y trabajar con vistas a que estuviera disponible para su comercialización. «Nuestro dispositivo no es una sola colmena como tal, sino un colmenar completo», explica el coordinador del proyecto BeeHome, Hallel Schreier, de Beewise. «Este sistema puede albergar entre veinte y cuarenta colmenas, lo que, en función de la temporada, podría suponer hasta dos millones de abejas». Cada colmena está separada de las demás por un pasillo central donde se encuentran los mecanismos robóticos y la tecnología de sensores. Los sensores impulsados por IA detectan rápidamente si ha habido una infestación o si se ha producido alguna actividad inusual. El sistema puede alimentar y dar agua automáticamente a las abejas, tratar plagas e incluso cambiar la temperatura y la humedad según sea necesario. «La tecnología también detecta la cantidad de miel y polen en cada colmena», afirma Schreier. «Estos datos nos dan una buena idea del estado de cada una de las colmenas». El sistema alerta automáticamente a los apicultores, lo cual garantiza que se pueda realizar una intervención oportuna si es necesario. «También hemos desarrollado una aplicación para agricultores», añade Schreier. «Esta da al agricultor información sobre la polinización en su campo o huerto. De momento, en realidad, los agricultores no tienen acceso a ningún dato en lo respectivo a las abejas».
Salvar las colonias de abejas
Las pruebas de campo realizadas a través del proyecto BeeHome permitieron a Schreier y sus compañeros finalizar varios componentes de «hardware» y validar completamente la tecnología. En la actualidad, la empresa está llevando su innovación al mercado y comenzando a recibir pedidos. «Los apicultores se enfrentan a una crisis», asevera Schreier. «Las tasas de colapso de las colonias están entre el 30 y el 40 % en todo el mundo. En los ensayos, descubrimos que podíamos reducirlas a un 10 % o menos, lo que supone un impacto real». Ahora, el objetivo de Schreier es aumentar todavía más el despliegue de la tecnología. En última instancia, salvar las colonias de abejas y permitir la polinización de más cultivos es algo que nos beneficiará a todos.
Palabras clave
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