Recualificación de las etiquetas de clase de eficiencia energética para aparatos de calefacción antiguos
Alrededor del 35 % de los edificios en la Unión Europea (UE) tienen más de 50 años de antigüedad y prácticamente el 75 % de ellos se considera ineficiente desde el punto de vista energético. Dado que los edificios son responsables del 40 % del consumo total de energía de la UE y el 85 % de dicho consumo se destina a calefacción y agua caliente, sustituir los aparatos de calefacción anticuados por modelos más nuevos y eficientes tendrá un impacto significativo en el consumo de energía, las emisiones y los gastos de los consumidores. Para ello, es necesario que los propietarios de viviendas puedan identificar la ineficiencia de su aparato de calefacción actual y comprender las oportunidades de ahorro que supone sustituirlo por una alternativa más eficiente desde el punto de vista energético. «La etiqueta de eficiencia energética de la UE ha demostrado ser una gran herramienta de apoyo a la toma de decisiones en la que confían los consumidores a la hora de evaluar la eficiencia de un nuevo electrodoméstico», explica Joana Fernandes de la Agencia de la Energía (ADENE) (sitio web en portugués) y coordinadora del proyecto HARP. La ausencia de estas conocidas etiquetas en gran parte del conjunto de sistemas de calefacción instalados en Europa dificulta que los consumidores comprendan plenamente las ventajas de la transición a sistemas más eficientes. El equipo del proyecto HARP, financiado con fondos europeos, ha colmado esta laguna crítica.
Descubrir la eficiencia energética de un aparato antiguo de calefacción
«Los propietarios tienden a no pensar en la calefacción hasta que su sistema se estropea», comenta Fernandes. Y, cuando esto sucede, su reemplazo suele ser un proceso apresurado. «Esta urgencia dificulta la posibilidad de buscar las mejores soluciones y tomar decisiones más inteligentes en relación con un sistema de calefacción que probablemente estará en funcionamiento durante los próximos veinte años», añade Rui Fragoso, también experto en energía de ADENE. Tanto Fernandes como Fragoso opinan que las decisiones de compra más inteligentes y eficaces empiezan por disponer de la información adecuada. «Al crear un método de etiquetado de eficiencia energética similar para los aparatos de calefacción existentes, el proyecto HARP garantiza que los propietarios de las viviendas comprendan la ineficiencia de su sistema actual», señala Fragoso. Estas «etiquetas de eficiencia energética de recualificación» van acompañadas de una solicitud en línea. «La herramienta ha sido concebida para ayudar al consumidor en su proceso, desde el descubrimiento de la clasificación de la eficiencia energética del aparato de calefacción existente hasta una visión general de las opciones de reemplazo disponibles y el cálculo del ahorro energético, económico y medioambiental potencial», explica Fernandes. La herramienta web está disponible en varios idiomas (alemán, inglés, español, francés, italiano y portugués) y adaptada a la información específica de cada región. Los únicos datos necesarios son el tipo, la fuente de energía y la antigüedad del aparato de calefacción existente, los metros cuadrados de la vivienda y el número de habitantes. Además de la clase de eficiencia energética y las opciones de reemplazo, incluso ofrece una lista de las subvenciones disponibles e información de contacto de instaladores. Los usuarios de los países no incluidos pueden comparar los aparatos de calefacción utilizando un país con un clima similar.
El conocimiento es poder
El sitio web del proyecto contiene una amplia selección de material de apoyo para consumidores y profesionales sobre sistemas de calefacción ecológicos instalados y nuevos, así como directrices de etiquetado. Asimismo, cuenta con una guía de sustitución para consumidores y una caja de herramientas para profesionales. Las campañas de comunicación del proyecto tuvieron un alcance potencial de más de 9 millones de consumidores y más de 150 000 profesionales, una cifra tremendamente superior a la prevista. El uso de la aplicación en línea generó más de 35 000 etiquetas, ya que 18 000 consumidores evaluaron tecnologías de sustitución. Además, el proyecto formó a 1 000 profesionales de calefacción, ayudándoles a adoptar la etiqueta de eficiencia energética de recualificación en su trabajo diario. Fernandes concluye: «La sustitución de los aparatos de calefacción viejos facilitará el proceso de transición energética y la mitigación del cambio climático, al tiempo que reducirá la factura energética de los consumidores, la dependencia energética de la UE y la huella de carbono del sector de la calefacción».
Palabras clave
HARP, energía, calefacción, aparatos de calefacción, clase energética, etiqueta energética, eficiencia energética, conjunto de sistemas de calefacción