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Una plataforma de vacunas que aborda el aumento de los casos de tosferina

La «pertussis», mejor conocida como tosferina, va en aumento. Los avances clínicos recientes podrían ayudar a los investigadores a comprender mejor cómo funcionan las respuestas inmunitarias a la vacunación y, finalmente, podrían dar lugar a nuevas vacunas.

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La tosferina puede causar enfermedad grave en personas de todas las edades, pero es más peligrosa para los bebés. «Antes de la introducción generalizada de las vacunas contra la tosferina en los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, esta era una de las principales causas de mortalidad infantil», explica el coordinador del proyecto PERISCOPE, Dimitri Diavatopoulos, del Centro Médico Universitario Radboud en los Países Bajos. «El primer tipo de vacunas, llamadas vacunas con células enteras, realmente ayudó a reducir las tasas de mortalidad infantil». Sin embargo, los efectos secundarios causaron preocupación, lo que en algunos países provocó una menor aceptación de la vacuna y los consiguientes brotes de tosferina. Esto condujo al desarrollo de nuevas vacunas, llamadas vacunas acelulares de la tosferina, con menos efectos secundarios. La situación actual es que ambas vacunas están en uso en todo el mundo. No obstante, la inmunidad a la enfermedad parece estar desapareciendo, dado que la incidencia de la tosferina está aumentando. «Ninguna de las vacunas puede erradicar la tosferina», explica Diavatopoulos. «En particular, el aumento de la circulación de la tosferina es una amenaza para los recién nacidos y los adultos mayores vulnerables. Le debemos al público el aporte de una protección más duradera».

Investigación de biomarcadores potenciales

Abordar este reto fue el objetivo del proyecto PERISCOPE, financiado con fondos europeos y de la industria. Los objetivos clave incluyeron el desarrollo de nuevos modelos y ensayos para predecir y evaluar la eficacia de las vacunas y comprender mejor la respuesta inmunitaria a la vacunación y a la infección por tosferina. Para lograrlo, se estudiaron modelos de infección controlada en humanos. Gracias a ellos, el equipo del proyecto pudo comprender mejor la inmunidad a las infecciones en los humanos. «Esto es algo de lo que podemos aprender de verdad, porque nos permitió investigar posibles biomarcadores de protección directamente en humanos», señala Diavatopoulos. En estos ensayos en humanos se evaluaron los biomarcadores potenciales de protección contra las infecciones, lo que ayudó al equipo del proyecto a obtener información nueva sobre los mecanismos de protección subyacentes. Se realizaron ensayos clínicos que compararon las dos vacunas existentes en diversos grupos etarios en África y Europa. Se desarrollaron novedosos ensayos celulares y de anticuerpos funcionales. «Se hizo hincapié en proteger mejor a los recién nacidos», añade Diavatopoulos. «Queríamos evaluar el impacto de la inmunización durante el embarazo y las posteriores respuestas inmunitarias de los bebés». En los próximos años, se espera que surja información nueva relacionada con la inmunización materna a partir de este trabajo. Diavatopoulos considera que esto es fundamental, ya que se podría lograr una mejor protección para los bebés, el grupo con mayor riesgo de tosferina.

Una plataforma de vacunas viable

De cara al futuro, el equipo del proyecto logró establecer una plataforma de vacunas viable. «Esto significa que ahora existe una infraestructura clínica para realizar los estudios de vacunas en diferentes grupos etarios», enfatiza Diavatopoulos. «Tenemos nuevos ensayos inmunológicos para medir los biomarcadores de protección y las capacidades para analizar todos estos datos complejos». La esperanza es que esto acelere el registro de vacunas de próxima generación.

Apoyo accesible para los centros sanitarios

Para Diavatopoulos, la clave del éxito del proyecto ha sido la estrecha colaboración entre el mundo académico y la industria. «Logramos abordar este reto desde diferentes ángulos», explica. «Dentro del proyecto teníamos socios clínicos, microbiólogos, inmunólogos, así como personas para realizar los ensayos clínicos y analizar los datos. Todos contribuyeron». Los resultados de PERISCOPE están disponibles para todos los investigadores. «Los institutos de salud pública, por ejemplo, podrían usar los inmunoensayos de PERISCOPE para evaluar quién está en riesgo y cuándo administrar vacunas adicionales, etc.», comenta Diavatopoulos.

Palabras clave

PERISCOPE, «pertussis», tosferina, inmunitario, vacunación, vacunas, biomarcadores, salud

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