Eliminar el riesgo de la cadena de valor de desarrollo de fármacos
Si bien la medicina moderna ha logrado proezas a la hora de mejorar la salud y tratar enfermedades, algunos fármacos pueden tener un efecto adverso sobre el sistema central y periférico. Los efectos secundarios más comunes pueden incluir, entre otros, convulsiones, cambios psicológicos o psiquiátricos y neuropatías periféricas. El problema estriba en que estos son difíciles de predecir durante los estudios preclínicos. «Aumentar la predictibilidad de las herramientas preclínicas constituye una necesidad clara —comenta Thierry Langer, catedrático de Ciencias Farmacéuticas en la Universidad de Viena—. Los voluntarios y los pacientes se beneficiarían del acceso a unos fármacos más seguros, mientras que la industria farmacéutica se beneficiaría de una reducción de la tasa de exclusión». Con el apoyo del proyecto NeuroDeRisk, financiado con fondos europeos y de la industria, Langer lidera una iniciativa para crear una caja de herramientas con dicha característica. «Nuestro objetivo consiste en desarrollar y validar herramientas integradas diseñadas para mejorar la predicción preclínica de cualquier efecto adverso que un fármaco pueda tener sobre el sistema nervioso —explica el catedrático—. Esto ayudaría a eliminar el riesgo de los posibles fármacos en una etapa más temprana del proceso de investigación y desarrollo, lo que podría acelerar el desarrollo de fármacos».
Herramientas validadas para predecir la neurotoxicidad
A pesar de que la pandemia de COVID-19 provocó algunos retrasos, el equipo del proyecto logró crear un conjunto de herramientas validadas para predecir la neurotoxicidad, muchas de las cuales ya se han incorporado en la caja de herramientas «in silico» NeuroDeRisk. La caja de herramientas incluye un método para cribar estructuras químicas y posibles fármacos de acuerdo a un grupo de modelos neurotoxicóforos, que los científicos pueden emplear para predecir efectos neurotóxicos adversos. También comprende herramientas de extracción de datos y una base de datos con todos los datos generados y recopilados durante el proyecto. Además, se puede emplear para dibujar una estructura molecular y obtener alertas basadas en la estructura, incluso antes de que se sintetice el compuesto.
Marcar posibles compuestos con riesgo neurológico
Gracias al trabajo llevado a cabo en el marco del proyecto NeuroDeRisk, se pueden evaluar, por primera vez, los posibles efectos neurológicos adversos de un fármaco de forma exhaustiva y eficaz durante su desarrollo preclínico. «Antes del proyecto, no existía ninguna herramienta para identificar compuestos con posible riesgo neurológico, ya fuera en la fase inicial de descubrimiento o durante la fase clínica —concluye Langer—. Ahora tenemos diferentes herramientas que los científicos pueden emplear para ayudar a eliminar el riego en toda la cadena de valor del desarrollo de fármacos». En la actualidad, los investigadores trabajan para comunicar sus resultados a la comunidad científica. También quieren colaborar con las autoridades normativas para que las herramientas de NeuroDeRisk formen parte de un protocolo de generación de datos, que se podría exigir antes de autorizar el uso de compuestos en el ámbito sanitario.
Palabras clave
NeuroDeRisk, estudios preclínicos, fármacos, industria farmacéutica, sistema nervioso, desarrollo de fármacos, medicina, salud, neurotoxicidad
