Unas herramientas mejores para ofrecer a los conductores información práctica sobre cómo reducir sus emisiones
El tráfico rodado es fuente de diversas emisiones, como dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, partículas y monóxido de carbono, a través de los gases de escape. La contaminación atmosférica procedente del transporte ha disminuido en los últimos años gracias a la introducción de las pruebas emisiones en condiciones reales de conducción, el cambio a los vehículos eléctricos y el uso de otras tecnologías limpias. Sin embargo, muchas personas siguen expuestas a una contaminación atmosférica excesiva, procedente del parque actual con vehículos de hasta veinte años de antigüedad o más. La descarbonización total de los vehículos ligeros con motor de combustión interna llevará muchos años, debido a la vida útil restante de estos vehículos vendidos hasta 2030. El proyecto uCARe, financiado con fondos europeos, se creó para reducir las emisiones contaminantes globales de los vehículos con motor de combustión existentes, proporcionando a los conductores herramientas sencillas y eficaces para disminuir sus emisiones. También ayudó a las partes interesadas en la calidad del aire local a seleccionar estrategias de intervención viables que condujeran al comportamiento deseado por parte de los usuarios. «Nuestro objetivo era ofrecer consejos objetivos, atractivos y personalizados a los propietarios y usuarios de automóviles sobre cómo reducir las emisiones y hacerles conscientes de la forma en que su comportamiento al volante podía mejorar la calidad del aire», señala Norbert Ligterink, coordinador del proyecto.
Los mapas de emisiones aumentados revolucionan la experiencia de conducción
Los socios del proyecto llevaron a cabo una amplia investigación sobre la relación entre las emisiones y el comportamiento al volante. Clasificaron los vehículos de forma sencilla y crearon mapas de emisiones especiales midiendo con precisión las emisiones de contaminantes en distintos entornos. Los mapas permiten controlar al instante las emisiones de los coches europeos más comunes, al ofrecer desde informes básicos sobre las emisiones totales durante los trayectos hasta consejos personalizados para mejorar los hábitos de conducción. «Nuestra intención era abordar tanto el uso del vehículo como la mentalidad del conductor con la mayor precisión posible. Proporcionar informes sobre el comportamiento medio de los conductores y los vehículos de una determinada clase de emisiones ha estado fuera del alcance de los socios del proyecto, que hasta ahora se habían centrado en analizar las emisiones de todo el parque a escala nacional —afirma Ligterink—. En algunos casos, la falta de datos que respaldaran el vínculo entre el conductor y un vehículo concreto nos obligó a recurrir a planteamientos más genéricos. Sin embargo, los datos y las herramientas que se proporcionan en uCARe constituyen una base para la investigación continua y la aportación de enfoques y consejos más específicos basados en hechos».
Cómo ser un conductor más ecológico y reducir las emisiones
El equipo de uCARe ha publicado material didáctico que informa a los conductores sobre cómo pueden cambiar su estilo de conducción para reducir las emisiones. También se han publicado vídeos explicativos y guías sobre cómo realizar pruebas a pequeña escala en casa. Algunos ejemplos son la prueba de tejidos para detectar el hollín emitido por los vehículos diésel o el uso de un simple detector de humos doméstico para comprobar las emisiones de partículas.
Acelerar el cambio con decisiones basadas en datos
«Mi compromiso personal con el proyecto era validar los modelos de emisión utilizados habitualmente para los inventarios de calidad del aire y emisiones. Las investigaciones más avanzadas en este campo se basan demasiado en pruebas de laboratorio, modelos e hipótesis que no pueden disociar los distintos factores que explican las emisiones generadas por los vehículos. Es de esperar que el enfoque basado en datos adoptado en uCARe nos aleje de los “modelos expertos” y nos acerque a los “modelos de datos”. Al final, hay que entender los datos masivos (no controlados) para sacar conclusiones significativas, sin sesgos de modelización», concluye Ligterink.
Palabras clave
uCARe, calidad del aire, comportamiento al volante, emisiones de contaminantes, partículas, mapas de emisiones, basados en datos, dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno
