¿Qué hacen 8 000 millones de personas en un día normal?
Como población mundial, disponemos de unos ciento noventa mil millones de horas diarias. Cada uno de nosotros distribuye su tiempo de forma diferente. Pero ¿cómo transcurre el día de una persona que vive más allá de nuestro pueblo, ciudad o país? A fin de averiguarlo, un equipo de investigación dirigido por la Universidad McGill de Canadá utilizó datos de 145 países (cerca del 87 % de la población mundial) que se recopilaron entre 2000 y 2019. Estos datos, que incluían las actividades económicas y sociales de personas de todas las edades, se obtuvieron de organismos nacionales de estadística y organizaciones internacionales, así como de investigaciones anteriores. Sus descubrimientos se publicaron hace poco en un artículo de la revista «Proceedings of the National Academy of Sciences»(se abrirá en una nueva ventana).
Un día en la vida del mundo
«Queríamos responder a la siguiente pregunta: ¿cómo distribuye su tiempo la humanidad, promediado entre todas las personas y en todos los países?», manifestó el primer autor del artículo, William Fajzel, estudiante de doctorado en Ciencia del Sistema Terrestre en la Universidad McGill, en un comunicado de prensa(se abrirá en una nueva ventana). «En otras palabras, si el mundo fuera una sola persona normal, ¿cómo sería su día?». ¿Cómo es un día normal? Probablemente partiríamos de la base de que la mayor parte de las horas se dedican a trabajar. Y no podríamos estar más errados. Los resultados mostraron que la mayoría de las personas pasaban una parte considerable de su día disfrutando. En total, dedicamos algo más de nueve horas a la limpieza, el aseo, el cuidado de nuestra salud o haciendo cosas que nos gustan.. Pasamos un promedio de nueve hora y seis minutos al día durmiendo o en la cama. Se preguntará entonces, ¿y el trabajo? Pues bien, el trabajo solo representa 2,6 horas, es decir, alrededor del 11 % del total del día de una persona cualquiera. Recuerde, es el promedio de todos los seres humanos. El adulto promedio trabaja más de ocho horas diarias repartidas a lo largo de cinco días, esto es, más de cuarenta horas laborales semanales. Comer y preparar la comida supone otras dos horas y treinta minutos, mientras que la educación representa solo una hora y seis minutos. Cocinar o preparar la comida, incluido fregar los platos, implican algo menos de una hora, y limpiar y recoger el hogar suponen unos cuarenta y ocho minutos. Rezar o practicar la religión ocupa doce minutos.
Decisiones fundamentadas sobre el uso del tiempo
«En la actualidad, nos esforzamos por hacer frente a los retos mundiales, lo que exige nuevas perspectivas sobre el funcionamiento del mundo», afirmó Eric Galbraith, autor principal del artículo y catedrático de Ciencia del Sistema Terrestre en la Universidad McGill. «Si queremos afrontar de forma sostenible el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, adaptarnos a los rápidos cambios tecnológicos y alcanzar los objetivos de desarrollo mundial, es esencial comprender el panorama general del funcionamiento del sistema humano a nivel mundial, para así saber dónde es posible el cambio». En su artículo, los autores concluyen: «Dice el refrán que “el tiempo es oro”, y en una sociedad conectada a nivel mundial es fundamental tener un conocimiento general exhaustivo sobre cómo se invierte ese bien preciado».