La biorresina ecológica reutilizable aporta un toque verde a la industria de tableros de madera
En industrias manufactureras como los paneles de madera, las empresas suelen recurrir a resinas poliméricas a base de formaldehído para aglutinar materiales y garantizar la integridad estructural de sus productos. Aunque estas resinas son cruciales para la estabilidad y la longevidad, tienen un coste social y medioambiental considerable. Son tóxicos y cancerígenos, y no son reciclables, lo cual contribuye a una importante huella de carbono. A medida que aumenta la concienciación sobre dichos problemas y se endurecen las normativas, estas industrias buscan opciones más ecológicas. «En general, las resinas de origen biológico requieren condiciones de funcionamiento diferentes y reaccionan con cierta lentitud. Eso significa que se deben introducir cambios en el proceso de producción y que los volúmenes de producción son menores», explica Wridzer Bakker, director general de Plantics y coordinador del proyecto SWOP. «Las innovaciones radicales, los cambios en un proceso de producción complejo y la optimización hacia una nueva resina requieren mucho tiempo y dinero», añade. El equipo del proyecto SWOP, financiado con fondos europeos, ha desarrollado una resina de origen vegetal innovadora y rentable para fomentar un futuro sostenible de la industria de tableros de madera. «Gracias al proyecto SWOP pudimos hacer frente a las mayores dificultades técnicas y logramos que nuestra resina estuviera lista para su introducción en el mercado de la industria de tableros derivados de la madera», señala Bakker.
Un afortunado accidente y una nueva biorresina
El proyecto SWOP se puso en marcha a partir de un invento accidental en la Universidad de Ámsterdam. Mientras buscaban un método para fabricar bioqueroseno a partir de ingredientes de origen vegetal, los investigadores desarrollaron un material pegajoso. Este material pegajoso ha sido desarrollado por Plantics para crear una nueva familia de resinas. La resina se fabrica a partir de flujos de residuos de origen vegetal disponibles en abundancia, como la melaza y los productos secundarios de las biorrefinerías. La resina es resistente, 100 % de origen biológico, tiene una huella de CO2 muy baja y no contiene formaldehído, es atóxica, inodora e impermeable. Las resinas Plantics permiten crear todo tipo de paneles de madera que cumplen todos los requisitos funcionales para su uso en interiores y exteriores. «Una de las propiedades más interesantes de nuestra biorresina es que puede reactivarse y reutilizarse como aglutinante», explica Bakker. «Se trata del “santo grial” para la industria maderera, ya que es el elemento que permite la circularidad total de esta industria».
Desarrollo en colaboración con socios industriales
Durante el proyecto SWOP, el equipo consiguió que la resina pasara de ser una idea prometedora en el laboratorio a una resina que puede utilizarse en la producción comercial de paneles de madera, como contrachapados y tableros de partículas. Eso se logró en estrecha colaboración con Koskisen y otros socios del proyecto, cuyo conocimiento de todos los aspectos de los paneles de madera fue clave para el éxito. «Aprendimos mucho sobre el mercado, las tendencias y los agentes más importantes, y eso nos permitió empezar a preparar la comercialización», añade Bakker.
Más pruebas y comercialización
Gracias al éxito del proyecto SWOP, la resina Plantics se comercializará en un futuro próximo, tras realizar nuevas pruebas. La financiación de la Unión Europea ayudó al proyecto a desarrollar los biomateriales y a garantizar que varias empresas estuvieran centradas y comprometidas con el mismo objetivo. «De este modo, toda la cadena de valor quedó conectada a través de un propósito común, lo cual ayudó mucho a acelerar el desarrollo de tableros de madera sostenibles, de origen biológico y 100 % circulares», afirma Bakker.
Palabras clave
SWOP, biorresina, panel de madera, pegamento, fabricación, de origen vegetal
