Soluciones de adaptación climática para las ciudades
Las zonas urbanas son motores de nuestra economía, impulsan la innovación y atraen continuamente a nuevos trabajadores. Sin embargo, para prosperar y seguir siendo lugares atractivos y saludables para vivir, las ciudades deben encontrar mejores formas de adaptarse al cambio climático. «Al hablar de adaptación climática, se ha prestado mucha atención a problemas como las inundaciones —señala la coordinadora del proyecto SOLOCLIM, Sanda Lenzholzer, de la Universidad de Wageningen (los Países Bajos)—. Realmente vimos la necesidad de abordar mejor los retos del entorno urbano». Por ejemplo, las islas de calor —zonas urbanas que experimentan temperaturas más altas que el entorno— pueden ser peligrosas y dificultar mucho la vida en la ciudad. Lenzholzer y sus colegas querían encontrar la manera de que los urbanistas, diseñadores e ingenieros dieran más prioridad a la adaptación climática en su pensamiento estratégico.
Se necesitan soluciones climáticas urbanas
El equipo del proyecto SOLOCLIM, respaldado por las Acciones Marie Skłodowska-Curie, puso en marcha un programa de doctorado industrial, diseñado específicamente para abordar la adaptación climática en las ciudades. Se creó una red de seis investigadores de doctorado, integrados en tres universidades de Italia, los Países Bajos y el Reino Unido. Tras iniciar sus estudios en las universidades, los investigadores pasaron un par de años en la industria, antes de volver al mundo universitario para completar sus tesis. Los socios industriales estaban especializados en ámbitos como la arquitectura, el diseño urbano y la consultoría medioambiental. Tal y como explica Lenzholzer: «El programa se subdividió en tres grupos de soluciones. Estas estaban centradas en: aplicar intervenciones ecológicas como árboles y parques; utilizar el agua como refrigerante en la ciudad; y sistemas receptivos que cambien para adaptarse al entorno. Una sombrilla, por ejemplo, es un sistema reactivo, ya que se abre cuando hace sol y se cierra cuando no».
Éxito de las estrategias de adaptación de las ciudades
Los proyectos de investigación dieron lugar a varias innovaciones interesantes. «Un investigador desarrolló un nuevo tipo de fachada modular ecológica para edificios, que no es muy cara, es fácil de construir y desmontar y se puede reutilizar —indica Lenzholzer—. Esta innovación recibió mucha atención de la comunidad del diseño y se presentó en la mundialmente famosa Semana del Diseño Holandés ». En otro proyecto de investigación se estudió el papel de la plantación de árboles en zonas urbanas propensas al calor para reducir las temperaturas a nivel de calle. El investigador estudió cómo se distribuían los árboles e intentó determinar las mejores configuraciones para determinados tipos de barrios. «Estos conocimientos tienen muchas aplicaciones para los urbanistas», añade Lenzholzer. En otra investigación se estudió cómo utilizar el agua para refrigerar las zonas urbanas a menor escala. Se ha desarrollado un prototipo de mecanismo de refrigeración que puede instalarse en la fachada de los edificios para producir agua nebulizada.
Creación de redes y asociación industrial
Lenzholzer cree que la red de investigación ha tenido éxito. Los investigadores fueron capaces de diseñar y desarrollar medidas eficaces de adaptación climática, y han seguido desarrollando sus carreras en este importante campo. La inclusión de un componente industrial en sus programas de doctorado también aportó una perspectiva más orientada a la práctica y animó a los estudiantes a desarrollar soluciones que respondieran a la demanda del mercado. «Al final del programa se llevó a cabo una evaluación —declara—. Todo el mundo apreciaba mucho la red y estaba deseando reunirse para intercambiar ideas. Estoy segura de que los socios industriales y universitarios implicados estarían dispuestos a colaborar de nuevo».
Palabras clave
SOLOCLIM, clima, ciudades, urbano, arquitectura, refrigeración, árboles
