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Apoyo basado en datos para los apicultores europeos

Se han desarrollado algoritmos a partir de los datos recogidos de manera automática en las colmenas. Podrían ser utilizados para indicar cuándo una colonia de abejas tiene problemas y dar consejos específicos a los apicultores.

Alimentos y recursos naturales icon Alimentos y recursos naturales

Las abejas son indispensables tanto para la polinización como para la producción de miel. No obstante, el sector está sometido a una inmensa presión por el cambio climático, los plaguicidas, las enfermedades y la pérdida de hábitat. Las abejas, y la profesión apícola, son cada vez más vulnerables. El equipo del proyecto B-GOOD, financiado con fondos europeos, se puso en marcha para aumentar la resiliencia de la apicultura europea. «Queríamos identificar antes las colonias de abejas con problemas e intervenir cuando fuera necesario», explica Dirk de Graaf, coordinador del proyecto de la Universidad de Gante en Bélgica.

Presentación de la recopilación de datos automatizada

Para lograrlo, en el proyecto se presentó la recopilación de datos automatizada. «En las últimas décadas se han utilizado sistemas de vigilancia de las colmenas», afirma de Graaf. «Miden elementos como el peso de la colonia, la temperatura y el sonido». El equipo del proyecto B-GOOD quería ir un paso más allá, recogiendo automáticamente estos datos de un gran número de colmenas y desarrollando después los algoritmos capaces de detectar cuándo algo va mal. Esto daría lugar a las intervenciones a medida. Para empezar, se instalaron tecnologías de vigilancia en sesenta y cuatro colonias en las que se midieron parámetros como el número y el peso de las abejas, y el ruido. Una innovación fue la introducción de un «golpeteo» electromagnético controlado, que provocaba vibraciones. El equipo pudo ver cómo cambiaban las reacciones a lo largo de los años y detectar las respuestas diferentes en las distintas colonias. «Durante los dos años siguientes, invitamos a apicultores de toda Europa a unirse a nosotros y participar en la recopilación de datos», añade de Graaf. «Acabamos teniendo cerca de cuatrocientas colonias implicadas».

Alertas y orientaciones para los apicultores

A partir de este enorme conjunto de datos, el equipo del proyecto pudo desarrollar algoritmos que pueden detectar cuándo es probable que las colonias tengan problemas. «Quedó claro, por ejemplo, que la medición continua del peso de una colonia contiene muchísima información», señala de Graaf. Estos algoritmos también se utilizaron para enviar alertas a los apicultores, con el fin de informarles si probablemente algo estaba mal. Los algoritmos también se utilizan para ofrecer al apicultor una orientación personalizada, que le sugiere las medidas adecuadas en función de los datos recibidos. «Estuvimos en comunicación directa con los apicultores durante todo el proyecto», dice de Graaf. «Mientras que antes los apicultores podían tomar notas a mano sobre sus observaciones, ahora todo puede digitalizarse y compartirse».

Paisajes virtuales y mapas interactivos

El equipo del proyecto también elaboró mapas paisajísticos para las abejas en toda Europa. «Estos mapas se basaban en los tipos de flores: cuándo florecen, cuánto polen proporcionan», explica de Graaf. «Ahora sabemos mejor qué regiones son mejores para las abejas». Además, se creó un paisaje virtual. «Funciona un poco como un simulador de vuelo, pero para apicultores», señala de Graaf. «En este paisaje virtual en línea, los modelizadores pueden situar una colonia virtual en un lugar determinado y ver cómo es probable que las abejas respondan al entorno». De Graaf confía en que los avances tecnológicos del proyecto B-GOOD se encuentren en vías de adopción. «De momento, la tecnología sigue siendo un poco cara, pero ya hemos visto que los costes han bajado en la última década», añade. «Mientras tanto, nos basaremos en las pruebas científicas de lo que hemos descubierto hasta ahora. Hemos demostrado que estas tecnologías pueden controlar la salud de las colonias y orientar a los apicultores».

Palabras clave

B-GOOD, colmenas, abejas, miel, plaguicidas, electromagnético, polen, apicultores

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