Herramientas para lograr una ciencia abierta, responsable y ética
La ciencia abierta pretende democratizar la ciencia, facilitando un mejor acceso a los datos de investigación a un público más amplio. Además, se trata de hacer que la ciencia sea más relevante para la sociedad y de reducir la brecha entre la sociedad y la comunidad científica. «Un reto clave es cumplir la ambición de esta apertura», afirma la coordinadora del proyecto ROSiE, Rosemarie de la Cruz Bernabe, de la Universidad de Oslo (Noruega). «La ciencia abierta puede ser muy cara porque requiere nuevas infraestructuras, herramientas y profesionales formados». Otro reto importante es identificar las nuevas formas de mala conducta y prácticas cuestionables que trae consigo la ciencia abierta. Como no todos los países tienen los mismos recursos o niveles de conocimientos, existe el peligro de que la ciencia abierta se convierta en algo en lo que solo puedan invertir los países más ricos. Además, el acceso a información sensible puede suponer un riesgo para la seguridad, y preocupa que esa información pueda ser utilizada por poderosos grupos de interés para atacar a grupos marginados. Cuando la anonimización es posible, debe evaluarse cuidadosamente el equilibrio entre las ventajas de la apertura y los riesgos de perder la privacidad. Todo esto plantea interrogantes sobre cómo lograr una ciencia abierta de forma ética y equitativa.
Hoja de ruta hacia una investigación responsable
El equipo del proyecto ROSiE pretendía ofrecer una hoja de ruta para desarrollar la ciencia abierta en Europa de forma responsable. Ello se logró mediante el establecimiento de un entendimiento común de los retos, la creación de un centro para la práctica comunitaria y la puesta en marcha de directrices que complementan el Código Europeo de Conducta para la Integridad en la Investigación. El equipo del proyecto comenzó realizando una revisión sistemática de las implicaciones sociales y jurídicas, así como de los retos a los que se enfrenta la ciencia abierta, y llevó a cabo consultas con una amplia variedad de partes interesadas. Ello condujo al desarrollo de un centro de conocimientos denominado Knowledge Hub, una plataforma que canaliza todos los resultados y productos del proyecto de forma sencilla. «Vemos el centro de conocimientos como una fuente de preguntas sobre ciencia abierta», señala Bernabe. «Pretendemos que se mantenga y que a largo plazo se consolide».
Navegar por la complejidad de la ciencia abierta
Un recurso clave del proyecto son las directrices generales sobre ciencia abierta responsable. «Se trata del primer documento de orientación en Europa sobre ciencia abierta responsable», añade Bernabe. El documento se centra en cuestiones clave como el entorno y las infraestructuras de investigación, la protección de los participantes, los ecosistemas y el patrimonio cultural, así como la necesidad de prácticas de investigación abiertas y reproducibles. En marzo de 2024 también se publicaron directrices específicas sobre ciencia abierta responsable. Las directrices disciplinarias sobre ciencia abierta responsable están diseñadas para ayudar a los investigadores a navegar por la complejidad de la ciencia abierta, abarcando cuestiones como la auditabilidad, la responsabilidad y la protección de datos personales. El equipo del proyecto ROSiE también elaboró materiales de formación para ayudar a estudiantes, investigadores y científicos ciudadanos a adquirir las habilidades necesarias para practicar una ciencia abierta responsable. Asimismo, se elaboraron materiales para humanidades, ciencias de la salud y de la vida, ciencias naturales y ciencias sociales.
Centro de conocimientos sostenible y vivo
El proyecto, que finalizó en febrero de 2024, garantiza ahora la sostenibilidad del centro de conocimientos y su prosperidad en el futuro. El material de formación estará disponible en Embassy of Good Science, una iniciativa impulsada por la comunidad para promover la ética y la integridad en la investigación. Bernabe considera que el proyecto ROSiE es un punto de partida para establecer puntos de referencia en los debates sobre ética en la ciencia abierta. «Nuestra esperanza es que las directrices se conviertan en un documento vivo y se revisen dentro de unos años», afirma.
Palabras clave
ROSiE, ciencia abierta, humanidades, sociedad, integridad, ética, equidad
