El poder del comportamiento prosocial para estimular la creatividad y la innovación
La creatividad ha sido un rasgo esencial para los humanos desde que nuestros antepasados fueron capaces de superar amenazas y crear oportunidades en medio de su entorno, manteniendo la supervivencia del linaje. En nuestro mundo actual de cambios rápidos y a veces imprevisibles, las ideas creativas siguen siendo fundamentales. Ello abarca desde organizaciones que deben innovar y competir en condiciones de mercado dinámicas, hasta sociedades que necesitan responder a crisis sanitarias y otros retos sociales. En este contexto, se desarrolló el proyecto MUSES para estudiar cómo los comportamientos prosociales —acciones destinadas a beneficiar a los demás o a la sociedad en su conjunto— pueden relacionarse con la proactividad, la resiliencia y la creatividad. Emprendido con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie, el equipo del proyecto se centró en el efecto gratificante y motivador del impacto social percibido. Captó patrones de comportamiento proactivo y creativo en diferentes muestras, donde la motivación era el elemento más relevante y la recompensa tenía menor importancia. «A la luz del continuo crecimiento del sector servicios, así como de la creciente popularidad de conceptos organizativos como el emprendimiento social o la innovación social, la motivación prosocial es un tema oportuno y pertinente», afirma Konstantinos Papachristopoulos, coordinador del proyecto MUSES.
Integración de teorías psicológicas y métodos diversos
El equipo de MUSES utilizó diferentes planteamientos metodológicos, como estudios transversales, estudios de diarios y experimentos, basándose en dos teorías principales. La primera es la teoría del procesamiento motivado de la información de la psicóloga social Ziva Kunda, que sugiere que los deseos de las personas influyen en cómo perciben e interpretan la información. La segunda es la teoría de la autodeterminación de los psicólogos Ryan y Deci, que postula que las personas están más motivadas y son más eficaces cuando ven satisfechas sus necesidades psicológicas básicas, como la autonomía y la competencia. El equipo del proyecto aportó pruebas de que el impacto social percibido por los participantes, así como la motivación prosocial, están asociados a un comportamiento laboral innovador y a la creatividad a través de la satisfacción de las necesidades básicas. «Cuando las personas centran su atención en los demás, es más probable que sean proactivas y resilientes, y que desarrollen ideas que, en última instancia, sean útiles para los demás», asegura Papachristopoulos. En la investigación participaron varias organizaciones de Grecia y Canadá, entre ellas instituciones académicas y culturales, organizaciones no gubernamentales (ONG), así como asociaciones y municipios, lo cual supuso una muestra variada de participantes, como empleados, artistas, estudiantes, médicos y voluntarios. Basándose en los diferentes contextos, el equipo de MUSES empleó algunas variables adicionales a los estudios realizados: por ejemplo, el compromiso laboral en organizaciones culturales y la intención de permanecer como voluntario en el caso de las ONG.
Aplicaciones prácticas de la motivación prosocial
«Los hallazgos del equipo de MUSES establecen una nueva etapa para la teoría de la autodeterminación al abrir nuevas vías sobre cómo se satisfacen las necesidades en el lugar de trabajo, aportar nuevas explicaciones sobre la creatividad humana que van más allá de los rasgos de personalidad, así como proponer nuevas intervenciones y prácticas de gestión de recursos humanos para las organizaciones», afirma Papachristopoulos. En términos prácticos, la investigación puede orientar a las organizaciones que desean satisfacer las necesidades de los empleados, despertar la creatividad y fomentar comportamientos laborales innovadores. De acuerdo con los resultados, las iniciativas que fomentan un sentido de impacto positivo —permitiendo a los empleados realizar una contribución positiva a sus compañeros, a la empresa y a la comunidad en general— pueden ser muy eficaces. En este sentido, las organizaciones pueden establecer programas que faciliten el voluntariado, la tutoría o la responsabilidad social, mejorando en última instancia el sentido de impacto prosocial de los empleados y la satisfacción general de sus necesidades. Reconocer y valorar su contribución mejora aún más su compromiso con un comportamiento laboral innovador.
Palabras clave
MUSES, creatividad, motivación, comportamiento prosocial, impacto social, recursos humanos