Skip to main content
Ir a la página de inicio de la Comisión Europea (se abrirá en una nueva ventana)
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS
Consumer-driven demands to reframe farming systems

Article Category

Article available in the following languages:

Sistemas agrarios del futuro orientados al consumidor

Alinear las prácticas de producción con las expectativas de los consumidores y la sostenibilidad medioambiental puede hacer más resiliente el sector europeo de producción de alimentos.

Mientras la demanda de productos ganaderos sigue aumentando, la presión sobre los ganaderos para que reduzcan su impacto ambiental y tengan en cuenta el bienestar de los animales nunca ha sido tan intensa. Esos retos se ven agravados por problemas localizados como la limitación de recursos, la escasez de agua y las condiciones específicas sobre el terreno. El proyecto Code Re-farm(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos, pretendía resolver esos problemas identificando sistemas de producción sostenibles adaptados a regiones concretas y capaces de satisfacer la demanda de los consumidores. Para lograrlo, el proyecto reunió a un consorcio interdisciplinar que incluía expertos en animales, especialistas en tecnología, grupos centrados en el consumidor y desarrolladores de modelos de negocio. «Queríamos aplicar un planteamiento holístico que tuviera en cuenta los diferentes sistemas agrícolas, el trato a los animales y la opinión de los consumidores», explica Maria Anastasi, miembro del proyecto del Centro de Investigación e Innovación de Chipre(se abrirá en una nueva ventana) (CyRIC, por sus siglas en inglés). «Examinamos toda la cadena de valor, de la granja a la mesa».

Garantizar la sostenibilidad para satisfacer la demanda de los consumidores

El proyecto se centró en dos aspectos. El primero era cómo se trata a los animales en los diferentes sistemas de cría de aves de corral y cabras, mientras que el segundo se centraba en garantizar que los productos finales —carne de pollo y huevos, leche y queso de cabra— satisfacen la demanda de los consumidores. «Empezamos auditando las explotaciones comerciales utilizadas en el proyecto», añade Anastasi. «Comprobamos las instalaciones para ver cómo se trataba a los animales y realizamos evaluaciones de bienestar dos veces al año». Participaron distintos sistemas agrarios de Grecia, Italia y los Países Bajos. También se comprobó la calidad y seguridad de productos finales como la leche, los huevos y la carne. El proyecto Code Re-farm también ha desarrollado tecnologías y herramientas novedosas para el análisis de leche y huevos, la detección preclínica de mastitis y el análisis del microbioma. Se desarrollaron evaluaciones automatizadas de la salud y el bienestar de los animales, así como una plataforma analítica para el seguimiento de la calidad de los productos. El proyecto también buscaba vincular las percepciones de los consumidores sobre los sistemas agrícolas —por ejemplo, la aversión percibida hacia la agricultura intensiva— con los productos finales reales. Se realizaron pruebas de sabor para ayudar a los agricultores a garantizar que los sistemas de cultivo fueran capaces de producir productos que satisfagan la demanda de los consumidores. A continuación, se desarrollaron modelos de negocio viables que tenían en cuenta diversos escenarios hasta 2050.

Nuevas herramientas para la agricultura

Se obtuvieron varias conclusiones interesantes. Por ejemplo, algunos sistemas de cría intensiva parecen hacer a los animales más propensos a ciertas enfermedades. Al mismo tiempo, los consumidores solían preferir el sabor de los productos de la agricultura intensiva. Anastasi sospecha que se trata de sabores a los que los consumidores están acostumbrados. «En cuanto a las nuevas herramientas, el escáner de leche para detectar mastitis en la sala de ordeño ha dado muy buenos resultados», afirma. «También demostramos que los equipos de cámaras, la IA y el aprendizaje automático pueden usarse para vigilar animales en zonas muy remotas». CyRIC avanza con su prototipo de análisis de huevos para detectar rápidamente toxinas. El objetivo es seguir perfeccionando la tecnología y hacerla utilizable en supermercados y restaurantes.

Método específico de la granja a la mesa

«Al final no todo funcionó, pero este proyecto nos dio la oportunidad de entender mejor las deficiencias del sector», señala Anastasi. «Otro hallazgo importante fue la necesidad de tomar distancia y comprender y comunicar mejor lo que entendemos por sostenibilidad. Hablar con los agricultores y los usuarios finales puede generar diferentes interpretaciones». Otra lección clave es que una estrategia única para todos no funciona necesariamente en el sector agrícola(se abrirá en una nueva ventana). Los climas son distintos, los terrenos son distintos y los animales crecen de forma diferente. «No puede haber una política para todos», afirma Anastasi.

Descubra otros artículos del mismo campo de aplicación

Mi folleto 0 0