Fomentar los cultivos infrautilizados para aumentar la resiliencia de las explotaciones
Los humanos tienen una base agrícola notablemente estrecha. De unas trescientas mil especies de plantas comestibles, solo consumimos unas doscientas. Sin embargo, las razones no son fáciles de explicar, ya que intervienen múltiples factores. La mayoría de las plantas silvestres tienen rasgos que las hacen inadecuadas para el cultivo, por lo que los agricultores han seleccionado tradicionalmente las que son fáciles de cultivar y almacenar. En la agricultura convencional también se favorece el monocultivo, lo que provoca la degradación del suelo y la reducción de la biodiversidad, mientras que el sistema alimentario mundial se estructura en torno a cultivos que pueden cultivarse, transportarse y comercializarse de forma eficiente. Esto ha dejado atrás muchos cultivos infrautilizados. «Los factores sociales, culturales, económicos e institucionales refuerzan también el predominio de unos pocos cultivos, lo que dificulta la diversificación de los agricultores», explica Marta Vasconcelos(se abrirá en una nueva ventana), de la Universidad Católica de Portugal. Sin embargo, cultivar y consumir cultivos infrautilizados podría impulsar la biodiversidad agrícola y reducir nuestra dependencia del reducido número de especies vegetales de las que dependemos.
Fomentar la mejora genética y el cultivo de cultivos infrautilizados
En el proyecto RADIANT(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos, Vasconcelos y sus colegas reunieron a un consorcio de múltiples agentes para centrarse en los cultivos infrautilizados. El equipo codesarrolló soluciones para aumentar la agrobiodiversidad mediante cadenas de valor dinámicas (CVD) sostenibles que promuevan la mejora genética y el cultivo de estos productos. Los socios del proyecto trabajan intensamente en la promoción de la mejora genética y el cultivo. Los investigadores caracterizaron numerosas colecciones de poblaciones seleccionadas de cultivos infrautilizados en diversos lugares y exploraron su tolerancia al estrés biótico y abiótico o buscaron rasgos nutricionales mejorados. En RADIANT también se trabajó con explotaciones piloto y se llevó a cabo una investigación participativa con veinte «Aurora Farms»(se abrirá en una nueva ventana) en toda Europa. Participaron cuarenta y cinco agricultores más, que llevaron diarios para registrar sus conocimientos prácticos y sus dificultades. Las CVD sostenibles se establecieron conectando a agricultores, investigadores, transformadores y consumidores, incluso mediante una aplicación telefónica específica que facilitaba el intercambio de información. Se desarrolló un marco conceptual para ayudar a crear modelos empresariales sostenibles. Por último, se puso a prueba un sistema de trazabilidad basado en cadena de bloques para las cadenas de suministro centradas en la transformación que mejoran la transparencia y la confianza.
Conocimientos de acceso libre sobre cultivos infrautilizados
Este trabajo dio lugar a la divulgación de cincuenta publicaciones(se abrirá en una nueva ventana) y herramientas de acceso libre, entre ellas Agrobiodiversity Toolbox(se abrirá en una nueva ventana) y CropBASE-EU, una base mundial de conocimientos para los cultivos infrautilizados. En el proyecto se organizaron varios talleres para conocer los factores que impulsan y obstaculizan el cultivo y el consumo de cultivos infrautilizados, se elaboró mucho material de divulgación y se presentaron varias propuestas políticas basadas en los resultados. El equipo también organizó la FERIA DE ALIMENTOS RAROS, un acto público que celebraba la diversidad alimentaria y reunía a productores, investigadores y consumidores. «Junto con nuestros proyectos hermanos, sentamos las bases del Cluster de Cultivos Infrautilizados(se abrirá en una nueva ventana), que reúne a decenas de partes interesadas que comparten el interés y la pasión por promover los cultivos infrautilizados en sus múltiples dimensiones», señala Vasconcelos. El equipo del proyecto también creó, probó y validó catorce productos nuevos para consumo humano y animal basados en especies infrautilizadas.
Apoyar los sistemas alimentarios de la Unión Europea (UE) mediante la agrobiodiversidad
«El proyecto RADIANT es un ejemplo de cómo el fomento de la agrobiodiversidad puede transformar los sistemas alimentarios», afirma Vasconcelos. «Al promover el cultivo y uso de una gama más amplia de cultivos y apoyar métodos dinámicos y participativos de la innovación agrícola, en RADIANT se contribuyó a garantizar que los sistemas agrarios sean más resilientes, productivos y sostenibles». Las herramientas, redes y recomendaciones políticas de RADIANT seguirán estando disponibles en plataformas de acceso libre, y el proyecto ya ha inspirado toda una serie de proyectos de seguimiento. «La semilla se sembró, los resultados han brotado y los logros están por llegar», añade Vasconcelos. «Es emocionante ver lo que nos depara el futuro de RADIANT».