Cautela de los consumidores ante los alimentos transgénicos
El estudio de comportamientos y hábitos de compra se ha realizado en cuatro países, celebrándose consultas a consumidores de Alemania, Dinamarca, Italia y Reino Unido sobre su apreciación de la transgénesis. También se efectuaron experimentos de elección entre alimentos modificados y sin modificar genéticamente. En todos los casos, los consumidores se mostraron contrarios a la modificación genética, fuera cual fuera, que repetidamente recibió el calificativo de inútil. En cambio, quedó claro el temor a que alterando la naturaleza se produjeran consecuencias nefastas. Los consumidores alemanes y daneses se mostraron especialmente escépticos respecto a los productos transgénicos, si bien en todos los países se compartió una oposición muy clara. Así se pudo comprobar que la actitud del consumidor dista notablemente de la de la comunidad científica. Claramente a la industria que participa en la modificación genética le espera un largo camino hasta convencer al consumidor de aceptar dichos productos. Por otra parte, los recelos de los consumidores le suponen a la agricultura orgánica una garantía de mercado sustancial.