Gestión mejorada de los depósitos de hidrocarburo
En el pasado, la exploración de los yacimientos petrolíferos era básicamente un proceso de adivinanza basado en las señales superficiales. Al descubrimiento de un yacimiento le seguía la perforación y la extracción incontrolada de petróleo hasta agotar finalmente el depósito. Desde entonces, unos cambios y unas mejoras considerables han permitido mejorar la gestión de las reservas de hidrocarburos, eliminando la incertidumbre que reinaba en las operaciones de exploración, desarrollo y producción. La idea de usar ondas sísmicas – ondas sonoras de baja frecuencia – para trazar en el mapa las estructuras geológicas subterráneas, dio lugar al nacimiento de la tecnología sísmica. Los pulsos acústicos se propagan en los terrenos sedimentarios o reservas de hidrocarburos. Después, se trazan en el mapa las formaciones subterráneas, basándose en el tiempo que les cuesta a las ondas sonoras volver a la superficie tras rebotar en distintas interfaces geológicas. La tecnología sísmica moderna en 3D constituye una herramienta básica para la obtención de imágenes mejoradas de los objetivos subterráneos y la caracterización de los depósitos. Ayuda a los ingenieros de minas no solamente a explorar y localizar un depósito, sino a realizar el seguimiento del depósito a lo largo de todo el ciclo de vida, a evaluar y a tomar decisiones. Esto se debe al hecho de que los datos sísmicos pueden ofrecer información de calidad evaluada sobre las propiedades del depósito, como los flujos líquidos, los volúmenes, las temperaturas y la presión. Esto mejora la toma de las primeras decisiones sobre el desarrollo, reduciendo el riesgo y la incertidumbre. Mediante una mejor planificación y un mayor aprovechamiento del hidrocarburo, identificando las reservas que se localizan, el proyecto comunitario ATLASS consiguió desarrollar unas herramientas y unos métodos con ayuda de datos sísmicos de cuatro dimensiones (4D). Estos datos se obtienen mediante exploraciones sísmicas en 3D en el tiempo de espera, que se repiten periódicamente para controlar las características del depósito a lo largo de su vida productiva. La evaluación temprana de las propiedades del depósito puede llevar a identificar los posibles riesgos geológicos y a precisar el reconocimiento del yacimiento. Esto permite tomar decisiones justificadas sobre el diseño de las instalaciones, estrategias de perforación, ubicación de las zonas exploradas y, por último, la gestión racional del activo. Las técnicas que se han desarrollado se han probado en yacimientos reales, obteniéndose buenos resultados y demostrando que son comercialmente viables.
