Alcanzar el viento; predicciones del radar Doppler
Los radares Doppler funcionan transmitiendo ondas de radio de alta frecuencia. Los objetos que se hallan en la trayectoria del haz, como las gotas de lluvia, reflejan las ondas de nuevo hacia el radar. Además, se pueden determinar los vientos radiales (hacia el radar y desde el radar) mediante el análisis de los cambios en la frecuencia de la señal reflectada debido al efecto Doppler. Para proporcionar información de alta calidad sobre el campo tridimensional del viento con los datos de un solo radar Doppler, hay que partir de varias suposiciones. Desgraciadamente, estas suposiciones resultan básicas en muchas ocasiones, y no pueden abordar fenómenos meteorológicos importantes que existen, en concreto fenómenos graves del tiempo. Los matemáticos de la Universidad de Essex, expertos en la investigación del radar Doppler, desarrollaron lo que se denomina DARWIN (Doppler Analysis and Retrieval of Wind Information), es decir, el análisis y la obtención de información del viento con un radar Doppler. Este método agrupa los datos sobre el viento radial obtenidos con radares Doppler complementarios. Si se aplica el principio de continuidad, se puede limitar de forma matemática el problema y derivar el campo tridimensional del viento. El nuevo modelo se codificó en un paquete de software prototipo, DARWIN. El software cuenta con una interfaz gráfica de usuario (GUI) de uso sencillo para ayudar a los usuarios a obtener datos de los dos radares Doppler. El área de interés marcado se adapta al usuario. Se incluyen también herramientas de visualización de datos. Por último, señalar que DARWIN fue diseñado para funcionar en tiempo real. La tecnología se probó en el campo con radares que funcionaban en la región italiana de Emilia Romagna. El uso de DARWIN requiere dos radares Doppler situados a unos ocho kilómetros de distancia entre sí. La aplicación principal es la predicción de vientos fuertes asociados a tormentas de convección. Los usuarios potenciales de DARWIN son los servicios de defensa civil y los servicios meteorológicos nacionales, para advertir a la gente con antelación de la posibilidad de que se produzcan esos acontecimientos extremos.