En avión hacia el futuro
La aviación civil es una de las industrias de mayor crecimiento en el mundo. Entre 2001 y 2005 creció a una tasa del 3,8\;% anual y en la actualidad su tasa de crecimiento se sitúa en el 5,9\;%. Se espera que su buena marcha continúe durante las próximas décadas. Un crecimiento continuado y elevado en la industria aeronáutica reportaría grandes beneficios económicos y permitiría que la población mundial contase con mayor movilidad. No obstante, estos beneficios no saldrían gratis, pues supondrían sobre todo un aumento importante de las emisiones de gases de efecto invernadero. La mayoría de las proyecciones se basan en situaciones que tratan de vislumbrar el futuro en el caso de que las empresas de transporte aéreo sigan aplicando las políticas actuales. Sin embargo, son numerosas las proyecciones sobre las emisiones de la industria aeronáutica, lo cual dificulta sobremanera la definición de lo que significa el mantenimiento del statu quo. El proyecto Consave 2050 se dedicó a realizar previsiones en las que se tuvieran en cuenta cambios tecnológicos y sociales. Por ejemplo, los importantes avances realizados en eficiencia relativa al consumo de combustible logrados mediante innovaciones tecnológicas han sido contrarrestados por el aumento del tráfico aéreo. Los socios del proyecto Consave 2050 tuvieron en cuenta la incertidumbre social, política y económica en su modelo y desarrollaron cuatro proyecciones posibles en relación con el aumento global (nacional e internacional) de las emisiones aeronáuticas. Cada una de las situaciones es más acusada, o menos dada a la variación, con respecto a la situación actual en términos de políticas y tecnología. Estas simulaciones van desde la denominada «Down to earth», en la que se tienen en cuenta normativas y actuaciones políticas, hasta «Unlimited skies», comparable a una situación en la que no se ha puesto freno a la demanda. Esta última también incluye la presunción de que la eficiencia energética de la flota mundial de aeronaves mejorará un 1,5\;% anual. Además, da por hecho mejoras en la gestión del tráfico aéreo y en la explotación aeroportuaria. Estas presuposiciones se asemejan a grandes rasgos a las simulaciones desarrolladas por el proyecto Astera, creado como apoyo al Consejo Asesor de la Investigación Aeronáutica Europea (ACARE). Sin una intervención política internacional, es más probable que las empresas aeronáuticas sigan el camino predicho por la simulación «Unlimited skies». En este caso, las emisiones de la aviación global supondrán una proporción importante del total de las emisiones permitidas en 2050. Los socios del proyecto Consave 2050 opinan que las cuatro simulaciones pueden servir como base para evaluar los cambios provocados por la introducción de nuevas políticas. Además deberían servir como incentivo para reducir las emisiones aeronáuticas y, por tanto, limitar el riesgo de cambio climático.