Conducción más segura gracias a la tecnología
Los conductores reciben un bombardeo constante de información. Su atención tiene que repartirse entre las señales de tráfico, los demás vehículos y los instrumentos y dispositivos electrónicos a bordo del propio vehículo, como el GPS y el teléfono móvil. Todos estos elementos pueden suponer una fuente de distracción y provocar accidentes. El proyecto Comunicar («Unidad multimedia de comunicación en el interior del coche») tenía la finalidad de reducir estos riesgos mediante la creación de una interfaz humano-máquina que filtrase la información que recibe el conductor. Dicha interfaz «toma decisiones» según las condiciones de conducción y la cantidad de estímulos que requieren la atención del piloto. Comunicar se dividió en dos fases: el desarrollo de la interfaz y las pruebas con ésta, que se desarrollaron en el laboratorio, en simulaciones y también en condiciones reales de conducción y que sirvieron para evaluar usabilidad, aceptación, cantidad de estímulos y repercusiones en la seguridad. Para dichas pruebas se seleccionaron dos coches, el Alfa Romeo 147 y el Volvo S60. Se presentaron de manera innovadora, mediante comunicación acústica o visual, una serie de sistemas avanzados de ayuda al conductor (ADAS), tales como el control de crucero adaptativo (ACC), el aviso de cambio involuntario de carril (LDWS) y los sistemas anticolisión. La interfaz se sometió a diversos ajustes hasta hallar la forma óptima de comunicar los datos pertinentes usando un programa informático «gestor de la información» (Information Manager, IM). Éste se encargó de mostrar los datos al conductor evitando el solapamiento y los contrastes en la información. Además, el IM decidía si mostrar o no cada dato (indicador de velocidad, ajustes de la radio, etc.) y, en caso de hacerlo, cuándo, y también la forma de remediar la superposición de la información. Las pruebas fueron satisfactorias, ya que se cumplieron los requisitos relativos a la usabilidad y la aceptación por parte de los usuarios. De esta manera se aligeró la cantidad de estímulos que recibía el conductor, lo cual se demostró que redundaba positivamente en la seguridad vial.