Menos vulnerabilidad ante las catástrofes naturales
No ha sido hasta hace poco que se han establecido en Europa los criterios e indicadores necesarios para realizar evaluaciones de la vulnerabilidad. En el proyecto «Methods for the improvement of vulnerability assessment in Europe» (MOVE), financiado con fondos europeos, se estudiaron distintas catástrofes naturales como las inundaciones, las temperaturas extremas, las sequías, los terremotos, los incendios y las tormentas. Además se realizaron evaluaciones de la vulnerabilidad para reducir el riesgo asociado a las catástrofes mediante una valoración tanto teórica como práctica de los elementos que caracterizan el cambio climático. La evaluación exhaustiva, cuantitativa y cualitativa de MOVE incluyó los principales núcleos de vulnerabilidad utilizando criterios físicos, medioambientales, económicos, sociales, culturales e institucionales. Sus responsables científicos evaluaron las metodologías existentes y modificaron o desarrollaron herramientas e indicadores para medir con precisión la vulnerabilidad ante todo tipo de peligros a cualquier escala. La aplicación de un marco genérico y métodos de análisis de datos a siete estudios prácticos desarrollados en distintas regiones de Europa permitió crear un método estandarizado que se describió en el documento «Manual of Vulnerability Assessment in Europe» («Manual para la evaluación de la vulnerabilidad en Europa»), publicado por el proyecto. Los siete estudios prácticos se incluyeron en un manual anexo. La singularidad de MOVE residió en su método holístico, que incluyó a todos los agentes interesados y beneficiarios potenciales así como su incidencia en la vulnerabilidad ante distintos peligros. La redacción de manuales y otros documentos se realizó en estrecha colaboración con representantes de la administración pública, gestores de situaciones de emergencia, políticos y empresas, situación que les dotó de un consenso en cuanto a los requisitos europeos. Además se incluyó el factor humano de la vulnerabilidad y el riesgo tanto anterior como posterior a una situación catastrófica. El trabajo incluyó temas que hasta entonces no se habían tratado, como la relación compleja que existe entre los incendios y el comportamiento humano. El marco genérico que cubre todos los principales factores de la vulnerabilidad también abarca factores como la resistencia y la capacidad de afrontamiento. Los miembros de MOVE confían en que los resultados del proyecto mejoren considerablemente la capacidad para calcular riesgos y la resistencia ante catástrofes. La estandarización de las evaluaciones de la vulnerabilidad ante efectos climáticos adversos y el manual de referencia para agentes interesados contribuirá a salvar vidas, medios de subsistencia e infraestructuras.
