Avances en la detección de toxinas de origen algal en los crustáceos
El proyecto Algetox («Composición química y bioquímica de las toxinas lipofílicas de origen algal»), financiado con fondos comunitarios, ha desarrollado un sistema mejorado para detectar y aislar toxinas como los azaspirácidos, el ácido ocadaico o las de los grupos de las pectenotoxinas y las yesotoxinas, presentes en las algas. Un investigador del Instituto Nacional de Veterinaria de Oslo ha estudiado cómo metabolizan y eliminan los crustáceos estas toxinas de origen algal. Asimismo, se ha estudiado el impacto de estas toxinas a nivel celular y molecular para esclarecer sus efectos y se ha desarrollado una técnica de análisis químico para detectar una serie de toxinas de origen algal presentes en los crustáceos. Los socios del proyecto han aislado una nueva toxina de acción rápida presente en crustáceos de Australia mediante análisis de espectroscopia por resonancia magnética nuclear y espectroscopia de masas. Se han detectado varios análogos de la pinnatoxina, esto es, compuestos químicos con características similares. Concretamente, cinco nuevos y uno previamente documentado. Los análogos se han sintetizado y marcado con material radiactivo para su uso en experimentos bioquímicos encaminados a descubrir el modo en que actúan estas toxinas. Para ello se ha descrito el metabolismo y la eliminación de estos compuestos en mamíferos. Los resultados del proyecto Algetox permitirán desarrollar y validar técnicas analíticas para la identificación de toxinas. Con esta información se podrán ajustar las exigencias de las normativas que regulan los niveles de toxinas de origen algal en los crustáceos. Asimismo, las metodologías desarrolladas permitirán reducir o eliminar las pruebas con animales para detectar estas toxinas en crustáceos.
