¿Es posible utilizar los cerdos minipig para el análisis de la toxicidad?
La investigación con animales ha contribuido a casi todos los avances médicos logrados en los últimos años. Sin embargo, la creciente necesidad de métodos para el análisis de la toxicidad ha llevado a plantearse la conveniencia de reemplazar, optimizar y limitar la experimentación animal. La legislación, por su parte, también ha subrayado la necesidad de desarrollar métodos alternativos de evaluación de la seguridad. El cerdo es muy similar al ser humano en muchos aspectos de su anatomía, bioquímica y fisiología. Concretamente, el sistema cardiovascular, la piel y el tracto digestivo del cerdo son muy parecidos a los de los humanos, lo que sugiere que este animal podría ser un modelo adecuado para los ensayos con productos químicos y fármacos. Los cerdos minipig, una variedad especial de este animal significativamente más pequeña que las razas de granja, se emplean cada vez más frecuentemente en la investigación biomédica, debido a que resultan muy sencillos de estabular y criar. El proyecto Rethink («Cerdos minipig como modelo para el análisis de la toxicidad de nuevos medicamentos y productos químicos: evaluación del impacto») ha reunido a expertos europeos líderes en la materia con el fin de analizar la posibilidad de emplear los cerdos minipig como herramienta para ensayos de toxicidad. Los miembros del proyecto evaluaron tanto el bienestar de los animales como aspectos éticos y de seguridad relacionados con el empleo de este tipo de cerdos. Junto con estas cuestiones, se consideraron tecnologías novedosas, el valor comparativo de los minipig como modelo para el desarrollo del producto y su impacto económico. El consorcio elaboró un Informe de Evaluación de Impacto en el que presentó sus conclusiones y sus recomendaciones, haciendo énfasis en las lagunas en el conocimiento básico y técnico que podrían suponer un obstáculo para el empleo de los cerdos minipig. La conclusión del informe, difundido en numerosas reuniones científicas, es que los minipig constituyen una alternativa excelente a los primates y los perros para los ensayos de toxicidad.