Convertir subproductos animales en tratamientos para el suelo
Tras la epidemia de encefalopatía espongiforme bovina (ESB) de la década de los noventa se prohibió el empleo como pienso de subproductos de origen animal. Desde entonces la eliminación de este caudal de residuos ha costado a la Unión Europea millones de euros. APTAR recibió fondos de la UE para investigar las posibilidades de aprovechar estos subproductos como fertilizante o plaguicidas ecológicos de aplicación comercial. El consorcio se compuso por pequeñas y medianas empresas (PYME) de los sectores cárnico y agrícola y varios institutos científicos. Los investigadores del proyecto se propusieron caracterizar una serie de subproductos para determinar estrategias de pretratamiento idóneas para los mismos. Acto seguido desarrollaron un proceso que emplea enzimas y microorganismos que digieren los subproductos para su posterior aprovechamiento. Otro de los hitos del proyecto fue la construcción y el ensayo de un biorreactor móvil de 1 600 litros. Los subproductos animales procesados en este biorreactor se ensayaron sobre el terreno para comprobar su efectividad como bioestimulantes y bioplaguicidas, proceso que permitió descubrir que aportaban tanto valor nutricional como utilidad a la hora de controlar plagas. Los socios de APTAR produjeron así un tratamiento de suelo y fertilizantes sirviéndose de un proceso viable desde el punto de vista económico. Este proceso alternativo de bajo coste podría aportar valor a lo que de otra manera no son más que residuos.