El pardete como indicador medioambiental
Los estuarios, los deltas y las lagunas son puntos de encuentro entre ecosistemas de agua dulce y salada, lo que engendra grados elevados de biodiversidad. No obstante, se trata también de zonas muy sensibles a los cambios climáticos y a las actividades humanas. Por ello la conservación de estos ambientes tan vulnerables constituye uno de los mayores retos para la humanidad. Para realizar una gestión integrada de estas zonas, es necesario seleccionar, siguiendo criterios científicos, indicadores aptos que reflejen el estado de los estuarios. Es frecuente utilizar como indicadores a especies de peces que habitan ecosistemas de estuario, si bien son pocas las que pueden vivir en una variedad amplia de hábitats. El proyecto MUGIL («Usos principales del pardete como indicador de cambios ambientales en litorales») se centró en el uso de Mugil cephalus en una red de puntos de vigilancia repartidos por Europa, África, Asia y América. Este pez se encuentra en casi todas las aguas costeras tropicales y templadas del mundo y es capaz de tolerar cierto grado de contaminación así como un rango amplio de salinidad. Posee además un valor pesquero importante, sobre todo en ciertos países en vías de desarrollo. El pardete es una especie común capaz de reproducirse y crecer en una amplia variedad de condiciones y en distintos hábitats, pero se posee un conocimiento rudimentario sobre los mecanismos que lo posibilitan. Los investigadores del proyecto estudiaron el ciclo vital, las variaciones en sus características y las respuestas fisiológicas a distintos niveles de salinidad y contaminación en poblaciones de pardete. El consorcio responsable del proyecto organizó una serie de seminarios y talleres en los que se elaboró una base de datos que recogió toda la información pertinente. Algunos de los talleres se centraron en el estudio del ciclo vital de la especie, sus patrones migratorios y la normalización de los métodos de investigación empleados. Asimismo, se analizaron resultados de estudios genéticos actuales y pasados y se buscó el mejor método para procesar y estudiar las muestras. Los resultados de la iniciativa MUGIL pueden ayudar a establecer el pardete como indicador medioambiental vivo de la salud de los ecosistemas de estuario. La utilización de esta especie podría resultar de utilidad para gestionar ecosistemas costeros vulnerables y mitigar impactos negativos en los mismos.