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Bioactive resorbable scaffolds for drug delivery in bone tissue engineering

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Avances en la ingeniería ósea

Se ha desarrollado un nuevo biomaterial capaz de estimular el crecimiento óseo y que se perfila como técnica alternativa a los injertos óseos para reparar los huesos dañados.

Por lo general se suele recurrir a la implantología para reemplazar tejidos dañados a causa de un traumatismo, una enfermedad o un procedimiento quirúrgico. No obstante, las técnicas de injerto óseo empleadas actualmente no están exentas de ciertas limitaciones y complicaciones, lo que hace necesario desarrollar sustitutos óseos. El proyecto Bioress («Armazones bioactivos reabsorbibles para la administración de fármacos en el campo de la ingeniería de tejidos óseos»), financiado con fondos comunitarios, abordó esta necesidad. La ingeniería de tejidos óseos es un campo relativamente nuevo que combina la biología y la ingeniería para desarrollar sustitutos óseos que restablecen y mantienen la función del tejido óseo humano. La mayoría de estos sustitutos precisan de un armazón óseo, esto es, de una estructura porosa tridimensional (3D) empleada a modo de injerto óseo. Los armazones de cristales de fosfato parecen una buena opción ya que, al ser reabsorbibles, se descomponen y son reasimilados por el organismo. Además de ser biocompatibles y bioactivos, favorecen el crecimiento óseo. Los cristales de fosfato se obtuvieron mediante el método de fundición y templado empleado tradicionalmente para elaborar vidrio. Con estos cristales se confeccionaron armazones tridimensionales macroporosos indicados para procesos de regeneración ósea. Los socios del proyecto clasificaron los armazones atendiendo a su microestructura, solubilidad, bioactividad y resistencia mecánica, y realizaron ensayos de laboratorio con células de médula ósea humana a fin de evaluar su biocompatibilidad. Según los resultados del estudio, las células se adhirieron al armazón y se multiplicaron. Antes de poder realizar ensayos clínicos es preciso proseguir las investigaciones y, si éstas arrojan resultados positivos, el siguiente paso consistirá en desarrollar los complejos métodos de fabricación necesarios para confeccionar estos sofisticados armazones con cantidades controladas de materiales y fármacos para estimular el crecimiento celular.

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