Bloqueo del sistema de transporte del VIH
En la segunda década del siglo XXI, el SIDA sigue siendo una importante amenaza para la salud mundial. Los fármacos antivirales pueden controlar la pandemia de VIH, pero no eliminarla. En la actualidad, esta enfermedad afecta a 30 millones de personas en todo el mundo. Una posibilidad de eliminar el virus es atacarlo antes de que las nuevas partículas víricas se reúnan en las células del huésped. Los científicos que trabajan en el proyecto financiado con fondos europeos HIV Traffic Control («El papel de los centrosomas en el transporte citoplasmático del VIH») investigaron los portadores biológicos involucrados en el transporte del material genético del virus (ARNg) desde la zona colindante al núcleo de la célula huésped, donde se traduce a proteínas estructurales que, más tarde, formarán el propio virus. En estudios anteriores se identificó a los centrosomas celulares, también llamados centros de organización de microtúbulos, como moléculas con un papel esencial en este proceso. Sin embargo, se conocía muy poco acerca de la interacción, de vital importancia, entre el virus y la célula huésped. Los investigadores utilizaron un método ingenioso para aislar las proteínas motoras, componente esencial del sistema de transporte de las unidades estructurales Gag y Gag-Pol del virus. Se estableció un sistema de screening genético mediante el cual distintas líneas celulares podrían identificar proteínas esenciales mediante el bloqueo de su expresión. Este bloqueo se llevó a cabo utilizando ARN de interferencia pequeño (ARNip), pues estas moléculas se pueden adaptar para impedir la expresión de los genes. De este modo la proteína específica no se expresa y se puede identificar. El ADN infeccioso del virus se introdujo en las líneas celulares seleccionadas junto con una colección de ARNip que bloqueaba la expresión de las proteínas motoras asociadas a microtúbulos. El análisis de «rank products» determinó los éxitos estadísticamente más significativos. Los resultados mostraron que determinados ARNip reducen y otros incrementan la producción de partículas víricas. Se aislaron, para su estudio exhaustivo, cinco de las candidatas más prometedoras. Entre ellas se detectó una proteína conocida como KIF7, identificada como la principal candidata en el screening con ARNip y, tras realizar otras pruebas, se decidió estudiar su función. Los socios del proyecto concluyeron que era necesario seguir investigando para conocer los mecanismos de asociación de los microtúbulos con KIF7 y las posibles interacciones con los componentes del VIH. Los medicamentos actuales presentan problemas de toxicidad además de la resistencia que desarrolla el virus ante ellos. Todo esto dificulta el control de la propagación del VIH. La presencia de ARN genómico del VIH en los microtúbulos representa una diana excelente para los medicamentos de la que el virus difícilmente podría escapar. Además, la especificidad de acción de estos medicamentos evita la toxicidad sobre las células y sobre el organismo infectado.