La hora de las buenas noticias
Los periódicos y los canales de televisión de la UE influyen poderosamente en los mensajes positivos y negativos que llegan al ciudadano en relación a la Unión. El proyecto financiado con fondos europeos AIM («Gestión adecuada de la información en Europa») se dedicó a estudiar los procedimientos y las condiciones generales que determinan la producción habitual de noticias acerca de la UE. En concreto, sus responsables evaluaron la manera en que periodistas, redactores y medios de comunicación informan sobre la UE y conforman la esfera pública europea. AIM analizó los temas más destacados en las noticias para comprender con exactitud lo que determina que determinado tema de la UE llegue a ser noticia. También examinó la interacción entre la vida política y el acceso a información como elemento constituyente de la democracia. De este modo, y realizando un examen de los logros, la efectividad y las deficiencias de los medios de comunicación masiva en Europa, el proyecto debía redundar positivamente en la transparencia, la responsabilidad y la legitimidad del sistema político de la UE. El equipo del proyecto definió un conjunto de áreas problemáticas en relación a los medios de comunicación y las instituciones políticas que debían resolverse con el fin de mejorar la cobertura informativa. AIM observó que principalmente eran los periódicos nacionales los que cubrían la información sobre la UE, en detrimento de las noticias relacionadas con el continente. También puso de manifiesto que, si bien la UE repercute directamente sobre aspectos pertenecientes a la cobertura destinada a las noticias nacionales, sus noticias se siguen considerando de política exterior y aún tienen que competir por un espacio con las noticias procedentes de otras regiones del planeta. Con respecto a las instituciones políticas, AIM observó que los medios rara vez se hacen eco de las controversias ocurridas en el seno de la UE y que la opinión pública recibe una versión suavizada de los entresijos reales de la Comisión Europea. También constató que las instituciones de la UE «bombardean» a los medios de comunicación con datos irrelevantes que no se ajustan a las prioridades periodísticas, perdiendo así la conexión con la vida diaria de la población de Europa. Por último, los responsables del proyecto señalaron que los políticos locales presentan la UE desde sus respectivas perspectivas nacionales y con frecuencia usan a Bruselas como chivo expiatorio, lo cual contraviene los intereses de la UE. A la luz de estas conclusiones, el equipo del proyecto abogó por la mejora de la formación periodística y sugirió metodologías innovadoras para elaborar noticias europeas. Los frutos de estas recomendaciones, si se aplican, serán noticias de calidad más pertinentes y equilibradas.