Desarmar a la bacteria de la tuberculosis
Mycobacterium tuberculosis (M. tuberculosis), el microorganismo responsable de la tuberculosis, supone todavía una importante amenaza para la salud humana, causando aproximadamente dos millones de muertes anuales. Con el fin de mejorar las actuales medidas de control, el proyecto TM-MACS, financiado por la UE, investigó los genes que permiten al patógeno multiplicarse con éxito en el interior de las células del huésped. La capacidad de M. tuberculosis para sobrevivir en el fagosoma del huésped es vital para su supervivencia. El fagosoma, un compartimento celular cuya función consiste en matar a los microorganismos y digerirlos, degrada su contenido al fusionarse con otro orgánulo celular, el lisosoma, formando una estructura denominada fagolisosoma. El ciclo infectivo de M. tuberculosis se basa en la capacidad de la bacteria para inhibir el proceso de acidificación del fagosoma e impedir la formación del fagolisosoma. Los científicos del consorcio TB-MACS investigaron variedades mutantes de M. tuberculosis incapaces de inhibir uno de los dos procesos o ambos. Para identificar las cepas mutantes, los investigadores de TB-MACS emplearon nuevos métodos de cribado genético basados en microchips. Tras aislar las variantes, los científicos las caracterizaron en relación al tráfico de productos intracelulares y al crecimiento en el interior del fagosoma humano. Con el fin de identificar los productos bacterianos esenciales para la viabilidad de la infección, los miembros de TB-MACS examinaron los cambios en la actividad transcripcional y en la expresión de proteínas. La identificación de los genes que constituyen el «equipo de supervivencia» de M. tuberculosis podría facilitar el desarrollo de nuevas terapias farmacológicas. Además, los genes mutantes podrían emplearse para la generación de cepas atenuadas o debilitadas que permitan el desarrollo de vacunas.