Una ontología crítica para los tiempos que corren
La filosofía, término que viene del griego clásico y cuya traducción literal es «amor a la sabiduría», ha determinado la manera de ver el mundo desde la antigüedad. No obstante, cuando se trata de analizar el presente, hay estudiosos que creen que el pensamiento tradicional moral y político no es suficiente. Es decir, que la filosofía tradicional no es capaz de evaluar adecuadamente la situación actual para poder ofrecer una respuesta eficaz a los complejos problemas e incógnitas de nuestros días. Esta crisis filosófica es precisamente el tema central de la obra de Michel Foucault (1926-1984), filósofo francés, teórico social e historiador de las ideas cuyo trabajo influyó en una amplia gama de disciplinas. Foucault hizo hincapié en que la tarea del filósofo no es sólo arrojar luz sobre las limitaciones humanas haciendo preguntas, sino que debe ir un paso más allá y ofrecer respuestas que ilustran cómo se puede superar la etapa teórica para hacer posible el cambio. Como resultado de ello, se desarrolló una nueva definición de la crítica (una ontología crítica de nosotros mismos) basada en un fecundo intercambio entre la filosofía y otros campos y disciplinas. Los socios del proyecto Critical Attitude profundizaron en este concepto de la crítica para estudiar su eficacia en la sociedad contemporánea. De este modo, analizaron tres áreas principales que Foucault hace participar en su idea de la crítica y que son los fundamentos del mundo antiguo, la interpretación de la obra del filósofo alemán Immanuel Kant y los fundamentos de la estética y la literatura. Además, para llegar a una conclusión en cuanto al concepto de «actitud crítica» y si éste se puede aplicar o no a los tiempos modernos, la investigación incluyó el análisis de Foucault de otras obras. Los investigadores llegaron a la conclusión de que esta definición de la crítica constituye una renovación eficaz de las herramientas filosóficas sobre todo porque se apoya en otros campos y disciplinas.