La investigación ecológica se hace a la mar
El calentamiento global y la contaminación suponen amenazas cada vez más graves para los mares, y por ello la Unión Europea estudia estrategias que permitan mitigar estos riesgos y estabilizar el frágil equilibrio ecológico de los océanos. Una iniciativa en este ámbito financiada con fondos europeos fue EUR-Oceans («Red europea de excelencia para el análisis de los ecosistemas oceánicos»). Apoyándose en organizaciones europeas de investigación, el proyecto debía establecer una red sólida de entidades interesadas mediante la que analizar los ecosistemas oceánicos y articular los esfuerzos destinados a poner freno al cambio global. Una de las principales actividades del proyecto fue un estudio de zonas de alta mar alejadas de costas y fondos oceánicos, es decir, las llamadas zonas pelágicas, menos atendidas que los ecosistemas más cercanos a tierra firme. Por medio de esta red de excelencia unieron fuerzas especialistas en ecosistemas pelágicos y recursos marinos, biogeoquímica, medio ambiente, etcétera. A largo plazo, el proyecto tenía el objetivo de crear el Instituto EUR-Oceans, que investigaría ecosistemas oceánicos en peligro por causas naturales o antropogénicas. Se pretendía promover y consolidar una integración entre organizaciones para establecer un instituto distribuido por localizaciones estratégicas. Esta entidad distribuida permitiría que todos sus socios desarrollasen modelos avanzados de ecosistemas y compartieran equipo sofisticado y otros recursos. Para crear dicho instituto, la iniciativa contó con el apoyo de otras destacadas redes europeas de excelencia relacionadas con el mar, como MarBEF y Marine Genomics Europe. Además se desarrollaron colaboraciones entre la UE y Estados Unidos para apuntalar aún más las labores encaminadas a dicho objetivo, principalmente en el ámbito de la simulación de impactos y la dinámica de redes tróficas de ecosistemas pelágicos. Los resultados del proyecto y sus recomendaciones para la promoción de la red, que implicaban actividades en centros científicos y acuarios, se difundieron a través de talleres, vídeos promocionales, canales de Internet y otras actividades pertinentes. EUR-Oceans supuso un paso importante de cara a concienciar mejor a la opinión pública sobre las dificultades que atraviesan los océanos.
