La sensibilidad a la radioterapia tiene un componente genético
Aunque generalmente es eficaz en el tratamiento contra el cáncer, cerca de un cinco por ciento de los pacientes presenta una sensibilidad extrema del tejido sano a la radiación. Los efectos adversos pueden aparecer de forma temprana, pero también al cabo de varios años. Puesto que los efectos retardados pueden ser permanentes, sería muy ventajoso contar con una estrategia de tratamiento con dosis límite para aquellos pacientes con sensibilidad. No se sabe mucho acerca de los factores biológicos que participan en las complicaciones que afectan a los tejidos sanos. Por este motivo, el equipo del proyecto Genepi-Lowrt investigó las relaciones entre la modulación de la expresión genética después del tratamiento y el desarrollo de toxicidad grave en los tejidos sanos a causa de la radiación. Los investigadores también analizaron la posible relación entre los factores genéticos y la sensibilidad individual. Los investigadores del proyecto se valieron de ciento ocho muestras de tejido de pacientes con cáncer de mama procedentes del biobanco Genepi («Vías genéticas para la predicción de los efectos de la radiación ionizante») y trataron de comprobar si las diferentes respuestas del genoma podían estar relacionadas con las diferencias genéticas entre las personas. Se observaron diferencias importantes en la expresión genética con dosis altas y bajas de radiación. Se identificaron varios biomarcadores posibles a partir del análisis bioinformático de los perfiles genéticos de linfocitos y fibroblastos cutáneos. A pesar de todo, no se logró identificar un clasificador determinante para los efectos adversos retardados. La investigación Genepi-Lowrt ha proporcionado una base sólida de conocimientos que abrirá la puerta a futuras investigaciones sobre la sensibilidad extrema a la radioterapia. Asimismo, los datos obtenidos serán importantes para los estudios relacionados con la exposición ambiental, diagnóstica y laboral a la radiación.