Mitigar el efecto de la calidad del aire interior en las colecciones de los museos
Por norma, la dirección de los museos tiene en cuenta riesgos para sus colecciones como la humedad, la luz, diversos contaminantes y la temperatura, pero suelen pasar por alto la CAI. Los artífices del proyecto financiado con fondos europeos MEMORI realizaron una encuesta que puso de relieve el desconocimiento generalizado, entre los museos, de los peligros que plantea la CAI para los objetos de sus colecciones. En consecuencia, el equipo de MEMORI investigó los peligros de la CAI y creó una herramienta de alerta rápida y un sistema en línea que facilita a los museos la tarea de evaluar el efecto de la CAI sobre sus colecciones y mitigarlo. El proyecto fue coordinado por el Instituto Noruego de Investigación del Aire y llevado a cabo por catorce socios, cuatro subcontratistas y un grupo asesor formado por usuarios finales. Juntos, los socios de MEMORI evaluaron el papel que desempeñan los ácidos orgánicos (acético y fórmico) por cuanto respecta a acelerar el envejecimiento de los materiales orgánicos. Realizaron experimentos en laboratorios, principalmente para analizar material de celulosa, barnices, pigmentos (incluidos los inorgánicos), pergaminos, tejidos y cuero. Según las indagaciones, todos los materiales orgánicos resultaron afectados por la exposición a ácidos orgánicos, incluso a bajas concentraciones de estos.Seguidamente los investigadores estudiaron el uso de materiales absorbentes para reducir la presencia de ácidos orgánicos en espacios cerrados. Se dio prioridad a los materiales de coste económico bajo con un coeficiente elevado de absorción. Los datos de los experimentos mencionados se emplearon para formular nuevas recomendaciones acerca de niveles tolerables de contaminantes. MEMORI aprovechó tecnologías creadas en dos proyectos europeos anteriores (AMECP y MASTER) para generar dos dispositivos medidores de la CAI. Estos dispositivos (dosímetros) son sensibles a las condiciones ambientales en interiores, a la luz y a contaminantes ácidos suspendidos en el aire, y se han fabricado en versiones fijas y portátiles. Un socio universitario desarrolló un sensor de oxígeno basado en la luminiscencia cuya finalidad es analizar el contenido de oxígeno en compartimentos herméticos. Con estas creaciones y con un nuevo programa informático en línea desarrollado por MEMORI, ahora la dirección de los museos puede medir la CAI, evaluar el riesgo que plantea y determinar estrategias de mitigación que tengan un coste rentable. Gracias a la labor realizada en MEMORI, el patrimonio europeo estará mejor protegido y conservado, y también disponible por más tiempo para deleite del público.
