Conducta suicida asociada al tratamiento farmacológico de trastornos mentales
El suicidio es la décima causa de muerte en el mundo. Dado que la conducta suicida es más frecuente entre adolescentes y adultos jóvenes —esto es, entre los quince y los veinticuatro años de edad—, resulta prioritario articular medidas preventivas centradas en este grupo de población. Detectar el riesgo de suicidio en pacientes que reciben tratamientos farmacológicos es una labor complicada. Cabe apuntar que se ha establecido una relación entre algunos antidepresivos y antipsicóticos con un incremento de los pensamientos suicidas, por ejemplo. El proyecto financiado con fondos europeos STOP (Suicidality: treatment occurring in paediatrics) desarrolló una herramienta basada en la Web para evaluar y hacer un seguimiento de tendencias suicidas inducidas por medicación entre niños y jóvenes. Tales conductas incluyen albergar pensamientos suicidas, o bien planear, intentar o cometer un suicidio. Los investigadores diseñaron un método para distinguir las conductas suicidas provocadas por tratamientos farmacológicos y las causadas por factores psicológicos basándose en los síntomas y en la secuencia temporal en que se desarrollan dichas conductas. Las tendencias suicidas inducidas por medicamentos se detectan por aparecer de manera repentina, sin que existieran pensamientos anteriores al comienzo del tratamiento y surgiendo tras éste. Para crear esta herramienta, los investigadores evaluaron a más de un millar de niños y adolescentes de entre ocho y dieciocho años que reciben diferentes tratamientos, incluidos dos tipos de fármacos antipsicóticos, un antidepresivo, medicación para el asma y una terapia conductual sin medicamentos para tratar la depresión. También se contó con la participación de individuos sanos como control. A partir de estas evaluaciones, los investigadores elaboraron un modelo predictivo que contiene una clasificación de estas tendencias para que padres y facultativos puedan efectuar un seguimiento de los menores que toman medicación. Tras utilizar la herramienta, los padres adquirieron una mayor conciencia sobre las posibles señales e indicadores de alerta a tener en cuenta cuando sus hijos empezaron a tomar nuevos fármacos. Además, los facultativos manifestaron que una herramienta electrónica representaba una fórmula útil para controlar las tendencias suicidas de adultos jóvenes durante las labores rutinarias de asistencia clínica. Las autoridades reguladoras, los investigadores, las compañías farmacéuticas, así como los profesionales del ámbito médico en general y de la salud mental en particular también pueden servirse de la herramienta predictiva en línea de STOP para detectar y gestionar casos de tendencias suicidas inducidas por medicación. Optimizar las labores de vigilancia podría salvar incontables vidas al hacer posible que padres y facultativos intervengan, traten y prevengan conductas de esta naturaleza antes de que sea demasiado tarde.
Palabras clave
Conducta suicida, salud mental, niños y adolescentes, suicidio, tendencias suicidas inducidas por medicamentos
