Mejorar la investigación agrícola para ahorrar energía
El consumo de energía en el sector agrícola es considerable, sobre todo si se tiene en cuenta el consumo indirecto, es decir, la energía empleada en la fabricación de fertilizantes y plaguicidas. La mejora continua de ciertos aspectos de la producción agrícola ofrece grandes oportunidades para ahorrar energía. Sin embargo, la eficiencia energética en la agricultura no había constituido hasta ahora un tema central en Europa. Para corregir esta situación se puso en marcha el proyecto «Agriculture and energy efficiency» (AGREE), financiado con fondos comunitarios. Su objetivo es que la eficiencia energética forme parte del programa de investigación europeo en materia de agricultura dado su potencial a largo plazo y sus efectos positivos para la economía y la ecología. Más concretamente, uno de los objetivos de AGREE es definir medidas de ahorro de energía para aplicaciones agrícolas específicas y cuantificar su potencial. Puesto que el consumo y el ahorro de energía dependen en gran medida de las condiciones agroambientales o el clima, el proyecto estudió sistemas de producción agrícola de toda Europa. En una primera etapa, el equipo del proyecto recopiló información y elaboró un inventario de fórmulas para reducir la cantidad de energía que demanda el sector agrícola. La lista de posibles medidas de ahorro de energía también incluyó datos sobre sus efectos económicos y medioambientales. El análisis posterior de los datos permitió comprobar que la eficiencia del consumo energético en la producción agrícola depende de cada país y cada ubicación geográfica. Además, se descubrió que el consumo de energía total y específico varía notablemente en cada uno de los cultivos estudiados en Europa. La próxima tarea del proyecto AGREE consistirá en elaborar un análisis detallado de las medidas de eficiencia energética. El trabajo del proyecto irá encaminado a lograr un equilibrio y situaciones beneficiosas para todas las partes a través de estas medidas de ahorro de energía en la agricultura europea. En última instancia, por medio del proyecto se expondrán estas medidas y se determinarán sus efectos sobre el consumo de energía, los costes económicos y las emisiones de gases de efecto invernadero.
