Mantenimiento de una masa crítica en la plantilla empleada en el sector nuclear en Europa
La investigación nuclear europea se enfrenta a un reto doble: el envejecimiento de los profesionales dedicados a este sector en la actualidad y la aparición de nuevas fronteras del conocimiento. Para lograr la aparición de una nueva generación de investigadores que ocupe el lugar de quienes se aproximan a su jubilación y que sea capaz de dar continuidad a este renacimiento nuclear, se necesita una labor de formación de alto nivel efectiva y sistemática. Partiendo de los logros de otro proyecto anterior financiado con fondos europeos, el proyecto «European nuclear education network training schemes» (ENEN-III) tenía el propósito de facilitar la aparición de un nuevo plantel de investigadores nucleares capaces de mantener las centrales existentes y contribuir al desarrollo de instalaciones de nueva generación. ENEN-III, financiado por el Séptimo Programa Marco (7PM) de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM), abarcó cuatro modalidades de formación. La primera era una formación básica en temas nucleares seleccionados para ingenieros no nucleares y profesionales de este sector, como los pertenecientes a las áreas de programación, rendimiento, diseño e ingeniería de la seguridad. La segunda era una formación técnica específica para los retos relacionados con el diseño de las centrales nucleares de tercera generación, concretamente ingeniería de sistemas y procesos de ingeniería de evaluación analítica de la seguridad. La tercera modalidad guardaba relación con los retos que plantea la construcción de tales centrales de tercera generación, abarcando los aspectos de calefacción, ventilación y aire acondicionado, así como la construcción de los sistemas de fluidos. La última modalidad de formación tenía que ver con los conceptos y el diseño asociados a los reactores nucleares de cuarta generación, que funcionan a temperaturas más elevadas y por tanto precisan sistemas de refrigeración innovadores. En ENEN-III no sólo se diseñó un marco sólido para estas investigaciones; también se desarrolló un sistema de reconocimiento mutuo con que facilitar la movilidad de los investigadores nucleares dentro de la Unión Europea. Una vez establecido un sistema así, Europa puede hacer frente al reto de la escasez de personal en el sector nuclear y acelerar los avances hacia una nueva generación de energía atómica.