Los mayores: un recurso útil para la fuerza laboral de la UE
El envejecimiento de la sociedad y la población activa es uno de los fenómenos más trascendentales para las sociedades europeas modernas. Esta tendencia plantea retos en cuanto al aprovechamiento del potencial de los mayores, tanto fuera como dentro del mercado laboral, necesitado de un índice mayor de participación de mujeres y trabajadores de edad avanzada. Para obtener una mejor perspectiva sobre estos temas, el equipo responsable del proyecto ASPA («Activating senior potential in ageing Europe») elaboró un método triple para avanzar hacia sus objetivos de investigación multidisciplinar. Entre las metas figura comprender la influencia del comportamiento de las organizaciones y de las políticas públicas en relación con el aprovechamiento del potencial de hombres y mujeres mayores de cincuenta años.Otra consiste en aprender más sobre los índices de actividad de las personas de entre cincuenta y setenta años, tanto en actividades remuneradas como no (en atención particular y trabajo voluntario). Esta área de estudio se relaciona concretamente con las políticas relativas a las inversiones en capital humano a lo largo de la vida.En tercer lugar, ASPA pretende identificar estrategias políticas para que organizaciones y gobiernos estimulen la participación de los adultos de mayor edad y garanticen las inversiones en capital humano durante la vida. El consorcio está compuesto por investigadores de diferentes disciplinas que abarcan la demografía, economía, sociología, gerontología, psicología social, gestión de recursos humanos y análisis de políticas públicas. ASPA se ha valido de encuestas a gran escala para analizar los comportamientos de los empleadores e investigaciones documentales así como entrevistas para definir los comportamientos de los gobiernos. A través del proyecto se ha intentado identificar buenas prácticas en todos los niveles empresariales, la sociedad civil y las políticas de la administración, locales y nacionales, que facilitan una inversión continua en conocimientos y capacidades. El resultado sería un alto índice de actividad entre las personas de entre cincuenta y setenta años. Las principales conclusiones obtenidas comprenden una serie de áreas relevantes. Por ejemplo, los empleadores europeos no se encuentran preparados todavía para hacer frente al envejecimiento de la fuerza laboral europea. No se llevan a cabo muchas acciones para invertir en trabajadores de mayor edad, para animarles a que continúen hasta la edad de jubilación establecida en sus países o para la contratación de estos trabajadores.Tienen más éxito las organizaciones que se muestran más proclives a la diversificación de sus trabajadores y que reconocen las dimensiones diferentes y variadas de la productividad a lo largo de la vida. Son más capaces de integrar a trabajadores de mayor edad y se benefician de su potencial, dato que contrasta con las organizaciones que albergan una concepción única del «trabajador ideal». Los resultados de ASPA tienen implicaciones importantes para los empleadores, al ofrecerles una base para la reevaluación de las políticas de personal en vista de los cambios demográficos que se avecinan. El proyecto ofrece además pistas importantes sobre las condiciones que pueden contribuir, dentro de una organización, al seguimiento de buenas prácticas en términos de inclusión de trabajadores de mayor edad. También los gobiernos tienen la oportunidad de aprender de los resultados de ASPA. Para empezar, es importante darse cuenta de que probablemente las medidas orientadas a la oferta dentro del mercado laboral fallarán si no se sustentan en los comportamientos de los empleadores ni se ajustan a ellos. Los trabajadores europeos de mayor edad tienen mucho que ofrecer a los mercados laborales de la UE y los resultados de ASPA han logrado destacar los beneficios de una mayor inclusión de estos en la población activa.
