La cuestión de la vigilancia
Los medios de vigilancia electrónica se encuentran por doquier y están aceptados por la mayoría, pero muchas personas opinan que la situación ha ido demasiado lejos. Los sistemas de vigilancia han experimentado un proceso de convergencia por el que se han transformado en sistemas de información en red que pueden vulnerar las libertades civiles y la privacidad. Las autoridades políticas europeas han cobrado conciencia de esta situación y lo han reflejado en el Programa de Estocolmo, cuya finalidad es restablecer el equilibrio y añadir una capa de supervisión ética. El proyecto financiado con fondos europeos SAPIENT (Supporting fundamental rights, privacy and ethics in surveillance technologies) prestó su apoyo a los responsables políticos al especificar las condiciones de uso y para la verificación de la vigilancia inteligente. El consorcio responsable, formado por siete entidades, se afanó en proporcionar información sobre el estado actual de los estudios sobre la vigilancia, tecnologías emergentes y la adecuación del actual marco jurídico. También pretendía evaluar el discurso general al respecto y determinar el grado de aceptación de la vigilancia por parte de la opinión pública. Otro objetivo era definir un método que permitiera equilibrar y verificar la privacidad de los datos. Este proyecto estuvo en marcha entre febrero de 2011 y julio de 2014. En primer lugar, los responsables del estudio definieron varios supuestos de vigilancia y los debatieron con diversas partes interesadas a fin de averiguar sus respectivos puntos de vista. El grupo al cargo adaptó un marco para la evaluación del impacto sobre la privacidad, en relación con el uso de la vigilancia inteligente. Así se conformó un marco nuevo que fue utilizado posteriormente en tres proyectos sobre vigilancia. El equipo elaboró un resumen de sus conclusiones y con ellas perfeccionó tanto la metodología como las recomendaciones surgidas del proyecto. Los principales hallazgos fueron los siguientes. La imagen actual de equilibrio entre seguridad y vigilancia no refleja de forma fidedigna los retos de índole política que conlleva el desarrollo de métodos adecuados para este ámbito. SAPIENT recomendó exponer abiertamente en los debates realizados en la esfera pública las medidas aplicadas actualmente para la vigilancia de información. La opinión pública es cada vez más receptiva a los complejos y ubicuos sistemas de vigilancia, lo cual juega a favor de sus usuarios. Sin embargo, las reacciones vistas al caso Snowden demostraron que en ningún caso se puede estar seguro acerca de la respuesta del público. Las tecnologías de vigilancia poseen capacidades cada vez más potentes, y ello puede vulnerar la noción de los datos personales. Desde el proyecto se recomendó realizar una evaluación exhaustiva del impacto de todas estas tecnologías, abarcando desde los derechos hasta los efectos económicos. Por último, el consorcio desarrolló una metodología pertinente que se ensayó en cuatro estudios de caso y posteriormente se actualizó. SAPIENT expuso rigurosamente el estado actual de las tecnologías de vigilancia y su aceptación por parte de la opinión pública. La metodología propuesta por este proyecto puede ayudar a equilibrar la protección de la privacidad con las necesidades públicas.
Palabras clave
Vigilancia, aceptación por el público, sistemas de información en red, derechos fundamentales, protección de la privacidad