Nuevas tecnologías para los envases alimentarios
Las aplicaciones de envasado de alimentos más importantes se basan en plásticos compuestos por varias capas en los que se envasan alimentos precocinados, quesos, helados, dulces y multitud de productos no comestibles. Este tipo de envasados multicapa se logran mediante un proceso complejo dotado de dos pasos fundamentales: coextrusión y termoconformado. Esta tecnología de producción, empleada sobre todo en pequeñas y medianas empresas (PYME), no está exenta de problemas. Algunos de los polímeros sintéticos empleados en la coextrusión resultan caros, incompatibles con otras capas y no es posible reciclarlos. El porcentaje de residuos durante el proceso de producción se eleva al 10 % y el proceso de termoconformado, además de ser complejo, produce un 40 % de residuos. Desde el proyecto COBAPACK(se abrirá en una nueva ventana) se propuso el desarrollo de plásticos multicapa que contienen almidones desestructurados y que pueden reciclarse completamente. A ello se sumó el desarrollo de un proceso de coinyección en un solo paso que reduce los residuos, precisa de una cantidad de energía menor, resulta más rápido y genera envases con una precisión y tolerancia mayores. La tecnología creada en el proyecto podría influir enormemente en la industria dedicada a los plásticos aportando alternativas mejoradas a los envases de plástico actualmente en uso y una gama nueva de envases respetuosos con el medio ambiente. Esta tecnología, dotada de gran flexibilidad en cuanto a las formas del embalaje, también tiene aplicación en otros sectores distintos al alimentario como por ejemplo el de la cosmética y el farmacéutico. De esta forma se ofrecen nuevos mercados para las PYME europeas involucradas en la cadena de valor de los envases y se mejora su competitividad.