El procesamiento encefálico de las ideas
Estudios recientes apuntan a que las estructuras encefálicas implicadas en las funciones motoras, como la planificación y la ejecución de acciones, también participan en las tareas cognitivas de mayor nivel. El proyecto financiado con fondos europeos «Conceptual processes with and without sensorimotor experience: what is gained and what is missed?» (ACTICO) se propuso conocer los mecanismos mediante los que el encéfalo procesa las palabras para representar acciones y objetos. Su equipo científico combinó imágenes por resonancia magnética funcional (IRMf), estimulación magnética transcraneal (TMS) no invasiva y metodologías del comportamiento en adultos humanos sanos con la intención de conocer los procesos de cognición de mayor nivel. Además de en la obtención de imágenes de las estructuras encefálicas durante el procesamiento verbal, los logros asistirán a los científicos dedicados al desarrollo de un modelo neurobiológico coherente de la semántica del lenguaje. Una serie de exhaustivas revisiones permitió evaluar los conocimientos sobre la relación entre el procesamiento semántico del lenguaje en el encéfalo y la actividad motora. El trabajo realizado dio lugar a dos publicaciones. Sus autores descubrieron que la corteza temporal participa en la computación abstracta de palabras durante el procesamiento de los verbos. La corteza motora contribuye a diferenciar entre verbos de movimiento y de otra índole para dar significado a la semántica del lenguaje. Así, la supresión de la actividad de la corteza temporal obstaculiza la capacidad de la corteza motora para reaccionar ante palabras. Los estudios sobre la conducta de personas que padecen esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad degenerativa motoneuronal, no hallaron afectación del proceso cerebral de representación conceptual de acciones. No obstante, sí presentaban una discapacidad específica en la ejecución de tareas no motoras que implican procesamiento de características de bajo nivel de las acciones. De ello se desprende que podrían existir diferencias individuales en el procesamiento semántico lingüístico. Se llevaron a cabo experimentos con niños de entre tres y seis meses que aún no habían articulado sonidos del habla a fin de evaluar su capacidad para diferenciar distintos tipos de estos sonidos. Los bebés de seis meses podían clasificar distintos sonidos a pesar de no ser capaces aún de verbalizarlos. El equipo de ACTICO desarrolló un nuevo método que combina protocolos de TMS y IRMf para estudiar la conectividad funcional del cerebro durante la ejecución de tareas cognitivas de mayor nivel. Además de aportar estudios funcionales que revelan la dinámica de red del cerebro, los hallazgos de este proyecto podrían servir para reeducar a las personas con lesiones cerebrales.