Evolución de la bacteria del carbunco
Bacillus anthracis es la bacteria responsable del carbunco, una infección aguda y a menudo mortal que afecta a humanos y animales. Las esporas de este microorganismo sobreviven en condiciones extremas y se reactivan tras su inhalación. Mientras que B. anthracis infecta principalmente a animales de sangre caliente, B. cereus infecta únicamente a invertebrados. Esta diferencia en el tipo de huésped se considera una adaptación evolutiva de B. anthracis. En algún momento de la evolución, un antepasado de B. cereus debió adquirir el regulador de virulencia en mamíferos AtxA que le confirió la capacidad de infectar a mamíferos y replicarse en su interior. Por consiguiente, el estudio de la evolución de B. anthracis resulta esencial para entender la biología de este patógeno y diseñar estrategias terapéuticas. Para ello, el equipo del proyecto FROMBCTOBA trabajó con una cepa aislada de B. cereus, la singular G9241. Se trata de un microorganismo intermedio entre B. cereus y B. anthracis que contiene factores de virulencia tanto para insectos como para mamíferos. La cepa G9241 presentaba una capacidad de infectar a insectos similar a B. cereus, lo que indica que los factores de virulencia para mamíferos no interfieren en sus homólogos para insectos. Incluso cuando se inhibía la actividad del regulador de virulencia en mamíferos AtxA, no tenía lugar interferencia alguna en la infección a insectos. Al igual que B. anthracis, la cepa G9241 era capaz de resistir el lisado o la fagocitosis por las células inmunitarias humanas, propiedad atribuida a genéticas diferentes. Efectivamente, la comparación de genomas reveló que muchos de los genes de virulencia de B. cereus estaban ausentes o mutados en G9241. Estos datos sugirieron que las mutaciones en estos genes de virulencia podrían haber conferido a G9241 una ventaja evolutiva en su transición de patógeno de insectos a patógeno de mamíferos. Conocer la biología molecular de la virulencia de B. anthracis podría permitir el diseño de tratamientos o vacunas contra el carbunco. Además, entender los mecanismos de interacción de B. anthracis con los insectos y las amebas del suelo proporcionará información valiosa para la gestión de zonas con carbunco.