Valorar los servicios ecosistémicos
Las contribuciones que realizan los ecosistemas al bienestar humano poseen un valor cada vez mayor para los responsables políticos y para la opinión pública. Tales contribuciones, los SE, son el almacenamiento de carbono, la producción de alimentos y las ventajas lúdicas. Como referencia informativa para las autoridades, se están asignando valores económicos a numerosos SE. A este respecto, el proyecto financiado con fondos europeos TREUEVALUE (Trans-national European ecosystem values of grasslands) pretendía determinar el valor asignado por los ciudadanos europeos a SE como la biodiversidad y los usos recreativos. Mientras que mantener la biodiversidad es un SE potencialmente importante, hay algunos servicios (como la producción de alimentos o de madera) que comportan un coste en términos de biodiversidad. Lograr un equilibrio adecuado entre tales fines contrapuestos dependerá de qué servicios consideren más importantes los ciudadanos. El equipo de TREUEVALUE confeccionó un cuestionario pensado para realizar un experimento de elección cuya finalidad era medir la voluntad de los participantes de pagar por diferentes SE. Para reflejar posibles diferencias culturales, los investigadores administraron el cuestionario a ciudadanos del Este y el Oeste de Europa (Dinamarca, Polonia y Estonia). Como sistema de estudio, los investigadores escogieron herbazales seminaturales en cada uno de los países. Pese a que los herbazales prestan servicios como la captación de carbono, la biodiversidad y la conservación de hábitats, no se suelen considerar en las valoraciones económicas y están desapareciendo a gran velocidad. Los resultados de TREUEVALUE mostraron que los encuestados de cada país (unos ochocientos por país) estaban dispuestos a pagar por la gestión de los herbazales. En concreto, los ciudadanos de los tres países estaban más dispuestos a pagar por la conservación de la biodiversidad y de hábitats que por la conservación del paisaje o la captación de carbono, a fin de mitigar el cambio climático. En conjunto, los encuestados deseaban que los herbazales fueran gestionados a nivel de su propio país, si bien estaban dispuestos a pagar menos por esfuerzos similares en otros países. Puesto que los encuestados asignaron sistemáticamente más valor a la biodiversidad que a ningún otro SE, preservarla debería ser una prioridad de las políticas de gestión en lo sucesivo.