Mejora de la interfaz humano-máquina
La comunicación entre personas y máquinas, conocida como interfaz humano-máquina (HMI), podría ser más intuitiva o natural mediante la integración de la información motriz y emocional. Estos parámetros son difíciles de expresar con dispositivos HMI estándar. Una gran parte de la información se comunica mediante comunicación no verbal. Para añadir estas pistas a la HMI se necesita cambiar de los periféricos de ordenador clásicos a interfaces que imitan la interacción natural humana. Los avances recientes en tecnología microelectrónica, de procesamiento integrado de señales y de software nos han acercado a soluciones HMI más naturales. A cualquiera que haya bregado alguna vez con el manual de usuario de un producto electrónico le alegrará saber que estas interfaces requieren curvas de aprendizaje muy cortas y favorecen un enfoque intuitivo. El proyecto WEAR-A-BAN(se abrirá en una nueva ventana) (Unobtrusive wearable human to machine wireless interface), financiado por la Unión Europea, ha permitido lograr innovaciones importantes en el campo de las redes de sensores corporales inalámbricas de potencia ultra baja. WEAR-A-BAN recopiló con éxito información motriz y emocional en tiempo real a partir de una red de nodos detectores inteligentes distribuidos por todo el cuerpo humano. La plataforma de hardware de la red de área corporal incluye tecnologías innovadoras como las antenas textiles de frecuencia ultra alta, placas de circuitos altamente miniaturizadas y un nuevo encapsulado para integrar la electrónica en los tejidos. Excepto por lo que se refiere al circuito miniaturizado y la antena compacta, el módulo de detección llevable integra el software de procesamiento de señales y la pila de protocolo en tres prototipos de plataformas. Sobre la base de esta tecnología, el proyecto desarrolló con éxito cuatro prototipos de demostradores para robótica de rehabilitación, juegos, un tejido interactivo en una prenda de ropa y monitorización de actividad.