Reciclaje de aeronaves para obtener materiales de gran calidad
Las aeronaves tienen una vida útil de veinte a treinta años. Cuando cumplen su vida útil, por lo general se amontonan en «cementerios» de aeronaves o se desmontan para reutilizar sus piezas. Algunas piezas, como el motor, el tren de aterrizaje y parte de la aviónica, se pueden reutilizar directamente en otras aeronaves. Después de quitar todos los componentes valiosos, lo que queda del fuselaje se desmonta en piezas más pequeñas y sus materiales se separan para reciclarlos. Los investigadores del proyecto RASAC (Raman spectroscopy for identification of aerospace composites), financiado por la Unión Europea, buscaron formas eficaces de clasificar los composites de polímeros. El desarrollo de un espectrómetro Raman miniaturizado y de alta precisión ayudará a identificar y verificar dichos composites de forma más eficaz y eficiente. La espectroscopia Raman es una técnica potente para realizar análisis no destructivos a través de recipientes sellados. La portabilidad de la espectroscopia Raman hace que esta tecnología sea idónea para identificar materiales sobre el terreno. No obstante, su combinación con la espectroscopia de descomposición inducida por láser (LIBS) mejoró su especificidad y sensibilidad. Ahora, las empresas de recuperación de materiales pueden recuperar materiales rápidamente y ponerlos en producción con confianza. En los casos en los cuales una de las técnicas no sea eficaz, la otra técnica complementaria puede resolver el problema. Para desarrollar un espectrómetro Raman-LIBS, los investigadores trabajaron codo con codo con el equipo del proyecto LIBSAC. Una aeronave retirada contiene cientos de materiales reciclables disponibles y el proyecto RASAC ha proporcionado los medios para recuperarlos. Reciclar los componentes de las aeronaves puede ser una fuente importante de materias primas para futuras aeronaves y otras aplicaciones, además de reducir el impacto medioambiental del sector aeroespacial.