Un entorno escolar más seguro para los alumnos
Constantemente se buscan nuevas fórmulas para mejorar la educación que se brinda a niños y jóvenes. Entre las dificultades relacionadas con el mundo de la enseñanza se cuentan el acoso escolar y el abuso infantil. A este respecto, se ha demostrado que el abuso por parte de otros niños y de personas adultas conlleva devastadoras consecuencias a largo plazo. El proyecto SAFESCHOOLS (Teaching in the 21st century: Responding to bullying and safeguarding issues in Scotland's schools, a longitudinal study of teacher trainees), dotado con financiación de la Unión Europea, analizó esta cuestión. La iniciativa efectuó una labor de seguimiento entre profesores noveles a fin de evaluar sus conocimientos, actitudes y grado de confianza en lo referente a dar una respuesta al acoso escolar y proteger a los menores. Se realizaron entrevistas y se recopilaron datos de encuestas entre casi ciento cincuenta docentes. También se entrevistó a otros veintitrés profesores en prácticas. Según las pesquisas, los docentes en prácticas no están suficientemente formados para denunciar o responder a problemas relacionados con el acoso escolar y el abuso infantil, y menos ante a los abusos sexuales. Asimismo, estos docentes se mostraban inseguros de cara a poder lidiar con estas cuestiones. Este estudio tiene implicaciones a escala local, nacional y mundial. Propiciará un mayor respaldo a los docentes y que se mejoren las condiciones para la formación que reciben los mismos, lo que puede ayudarles a ofrecer una respuesta adecuada cuando se produzcan esta clase de situaciones en los centros escolares.
Palabras clave
Educadores, docentes, acoso escolar, niños, abuso infantil, protección del menor, abusos sexuales