La Comisión Europea exige explicaciones por las importaciones de maíz genéticamente modificado
La compañía suiza de biotecnología Syngenta importó a algunos países europeos BT10, una forma de maíz modificado genéticamente (OGM), a pesar de que esta variedad está prohibida en la UE. La Comisión Europea está ahora solicitando información detallada a Syngenta y a la Administración estadounidense para que expliquen cómo han podido exportarse por error, a Francia y España, más de 10 kilos de semillas BT10 confundiéndolas con la variedad BT11. Estas semillas están siendo utilizadas para fines científicos. La UE aprobó en 1998 la variante BT11 para su utilización en la fabricación industrial para alimentación animal. Sin embargo, el BT10, a diferencia del BT11, contiene un gen que lo hace resistente a un grupo importante de antibióticos y todavía debe lograr la aprobación de la UE. Aunque se ha destruido todo el material no autorizado, la Comisión teme que hayan entrado en la UE unas 1000 toneladas de BT10 para consumo animal mediante los canales de exportación del BT11 desde 2001. "La Comisión Europea deplora el hecho de que un OGM que no ha sido autorizado en el marco legislativo de la UE ni por ningún otro país, haya sido importado a la UE", denunció el afirmó el Comisario de Sanidad y Protección de los Consumidores, Markos Kyprianou. El Comisario ha dicho que ha escrito a la Administración Estadounidense para pedirle que garantice, a través de las medidas apropiadas, que las actuales y futuras exportaciones de maíz a la UE no contienen transgénicos que no están autorizados en el mercado europeo, incluido el Bt10. "Este caso muestra de nuevo la importancia de un marco global en la Unión Europea para la trazabilidad y el etiquetado de OGM", aseguró. Syngenta admitió el mes pasado que había vendido, por error, a EEUU maíz modificado genéticamente que no había sido aprobado por las autoridades. No se le había dado autorización porque la proteína esencial de su variedad de maíz BT10 es idéntica a la del BT11. La Comisión ha solicitado a la Administración estadounidense que le proporcione toda la información que disponga sobre seguridad del BT-10 y las cantidades que se estiman que han sido exportadas a la UE. Además ha pedido a Syngenta que le transmita toda la información sobre la composición molecular del Bt-10, sus diferencias con el Bt-11, los métodos específicos de detección del Bt10 y los materiales de referencia para su trazabilidad. También le ha urgido a que confirme que todas las plantas de BT-10 y semillas almacenadas en EEUU han sido destruidas o aisladas para su eliminación. "Para evitar cualquier efecto adverso para la salud humana y animal, así como para el medio ambiente en el caso de que haya una contaminación accidental, la Comisión Europea ha pedido a los Estados miembros que tomen las medidas apropiadas para bloquear cualquier partida de Bt-10 que llegue a territorio europeo. Los Estados miembros tendrán que notificar el estado de la situación en sus respectivos trabajos nacionales de investigación pasados y en curso con Bt-11 y aplicar las medidas de control y vigilancia necesarias en las zonas en las que se han realizado estos trabajos", concluyó el Comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas.
Países
España, Francia