La experiencia corporizada acorta la brecha entre la creencia y la práctica religiosa
La investigación contemporánea sobre la religión suele escoger entre dos caminos. Uno se fija en las creencias subyacentes, investigadas a través de enfoques filosóficos de la religión. Mientras que el otro se centra en las prácticas religiosas reales vividas, que suelen combinar el aprendizaje de la antropología religiosa, la etnología y otras disciplinas empíricas, lo que da lugar a una división artificial entre el estudio de las creencias y sus comportamientos asociados. El proyecto BBP (Bridging Belief and Practice), financiado con fondos europeos, se propuso determinar con mayor exactitud las propiedades hasta ahora poco teorizadas de las creencias religiosas examinando el papel del cuerpo en relación con las creencias y descubriendo que la experiencia corporizada es fundamental para acortar la brecha entre los enfoques. Relevancia del «embodiment» para contextualizar la aparente irracionalidad La creencia religiosa se entiende comúnmente como un estado mental que sostiene unos conceptos como verdaderos, tales como la noción de la santísima Trinidad, con comportamientos y prácticas que consecuentemente siguen estos conceptos religiosos de una manera lógica. Para explicar qué impulsó el proyecto BBP, la doctora Elena Kalmykova, la beneficiaria de una beca de investigación Marie Curie del proyecto, señala que los recientes hallazgos de la ciencia cognitiva y la psicología de la religión demuestran que este enfoque no se sostiene ante un examen detallado. Por un lado, no explica la llamada «incorrección teológica» (situaciones en las que el comportamiento religioso no se corresponde con la creencia religiosa); por ejemplo, una investigación entre hindúes y cristianos ha indicado que, si bien aceptan declaraciones doctrinales teológicamente correctas, como las relativas a la omnipresencia de Dios, en realidad los practicantes tienden a relacionarse con Dios como un agente similar al ser humano, con limitaciones de tiempo y espacio. La doctora Kalmykova explica la metodología de BBP de la siguiente manera: «El proyecto sostiene que el cuerpo es lo único capaz de unir la creencia y la práctica. Formamos creencias a partir de la percepción corporizada y practicamos creencias usando nuestras capacidades corporales para movernos, hablar, bailar, etc.». Por lo tanto, cuando pensamos en experiencias reales de la práctica religiosa, como arrodillarse en la iglesia, estas acciones dejan de ser consideradas como un seguimiento sin complicaciones de los conceptos mentales de la creencia religiosa. Es más bien al revés, dado que la práctica corporal ayuda a las personas a experimentar aquello que no puede reducirse a palabras, ya que transmite misterios que van más allá de la comprensión humana. De hecho, BBP muestra que las doctrinas religiosas que son difíciles de entender pueden ser sostenidas con la misma veneración que los objetos sagrados; aceptadas en una forma preestablecida y apartadas de las creencias cotidianas, incluso si el contenido solo se entiende vagamente. Estas pueden incluso convertirse en formas materiales, como inscripciones de la Torá en pequeñas cajas de cuero, llamados «tefilín» en la tradición judía. Como afirma brevemente la doctora Kalmykova: «Este enfoque borra la clara distinción entre lo mental y lo material». Implicaciones para el aumento de la tolerancia El proyecto ayuda a abrir nuevas fronteras en la investigación de la religión con implicaciones de gran calado, especialmente en ámbitos como el diálogo interreligioso y la formulación de políticas. Por ejemplo, entender que las proposiciones doctrinales no están sujetas al mismo escrutinio por parte de los creyentes que las creencias cotidianas y, por lo tanto, no pueden simplemente «mejorarse» o «refutarse», significa que es inútil tratar de persuadir a los creyentes para que introduzcan cambios en ellas, lo que aumenta las posibilidades de tolerancia. «En su lugar, el enfoque debería estar en la forma en que estas creencias se experimentan en la práctica religiosa y en las normas sociales que proponen», dice la doctora Kalmykova. Hay muchos rasgos humanos que son aparentemente irracionales: las creencias políticas e ideológicas obstinadas, el autoengaño y los prejuicios. Esta irracionalidad hace que sea mucho más difícil para los economistas, sociólogos y politólogos modelar y predecir el comportamiento humano. En la actualidad, la doctora Kalmykova está tratando de ampliar su investigación concentrándose en la investigación de la base corporizada del comportamiento humano y su relación con las opciones y decisiones religiosas e ideológicas. Como concluye: «El enfoque corporizado puede revelar la lógica subyacente de un comportamiento aparentemente irracional, del mismo modo que la investigación de las creencias religiosas ha revelado que no se rigen por las normas relativas a las creencias, sino por las que rigen el tratamiento de los objetos sagrados en la práctica religiosa».
Palabras clave
BBP, religión, creencia, práctica, «embodiment», cuerpo, experiencia vivida, fe, creyente, teología, filosofía, ciencia cognitiva