Sin acuerdo sobre el control de Internet
La última reunión preparatoria antes de la cumbre mundial de las Naciones Unidas sobre Sociedad de la Información prevista para noviembre no ha concluido con un acuerdo sobre el control de Internet. Representantes de EEUU reiteraron la intención de su país de mantener el papel histórico que ha desempeñado como supervisor principal del medio, rechazando la propuesta de la UE sobre un nuevo modelo de cooperación que implicaría la participación de los gobiernos en cuestiones como el nombre, los números y las direcciones en Internet. La propuesta de la UE representa un cambio político, ya que previamente la UE había respaldado las pretensiones de EEUU de mantener el control total, y se dirige a desbloquear el impasse provocado por la oposición de EEUU a cualquier compromiso para abordar la demanda de muchos países, concretamente en vías de desarrollo, de que ningún país solo debe ostentar en última instancia la autoridad sobre una parte tan vital de la economía mundial. Estos países esperan que un organismo de las Naciones Unidas asuma el mando. La propuesta de la UE consiste en crear un organismo intergubernamental que establezca los principios para el funcionamiento de Internet. La Presidencia británica de la UE explicó que con ello se espera que ambas partes puedan alcanzar un acuerdo. La dificultad sobre quiénes deberían ser los principales agentes de tránsito para el enrutamiento y las direcciones de Internet podría llevar al traste a la cumbre, cuyo objetivo es garantizar la distribución justa de Internet en beneficio de todo el mundo. La propuesta de la UE declara que el papel de los gobiernos en este nuevo modelo de cooperación se debería centrar principalmente en temas de política pública, excluyendo cualquier participación en el funcionamiento diario, y añade que el nuevo modelo "no debería reemplazar los mecanismos o instituciones existentes". El nuevo modelo establecería también procedimientos para cambiar el "archivo de la zona raíz" de Internet, los administradores de dominios por país (como por ejemplo .uk o .de), y daría origen a un nuevo servicio de arbitraje para Internet, elaborando normas que afectarían al sistema de nombres de dominio (DNS). Es el hecho de que quede abierta la posibilidad de que las Naciones Unidas puedan tener algún papel futuro en la administración lo que hace que la propuesta esté mal vista por EEUU. En el aire está una nueva versión del actual organismo de supervisión ICANN, y por lo tanto, la finalización del control total de EEUU sobre el DNS. Este polémico debate se remonta a la anterior cumbre mundial de las Naciones Unidas sobre Sociedad de la Información celebrada en diciembre de 2003, cuando los líderes mundiales no pudieron acordar una estructura para la gobernanza de Internet. Un grupo de Naciones Unidas ha recomendado recientemente que ningún país predomine, y que se cree un nuevo foro mundial para que gobiernos, la industria y otros interesados debatan temas clave como el spam, o correo masivo no deseado, y el ciberdelito, áreas que no gestiona actualmente ICANN. El control de EEUU surge del papel que asumió este país en la creación de la tecnología de Internet, como un proyecto del Pentágono, y de la gran cantidad de financiación que aportó para su desarrollo inicial. Pero algunos países se lamentan del hecho de EEUU, junto con los países europeos que se conectaron primero, acapararan la mayoría de las direcciones disponibles que requieren los ordenadores para conectarse, dejando a las naciones en desarrollo con una oferta para compartir limitada. Estos países quieren tener también una mayor garantía de que, al depender cada vez más de Internet para los servicios estatales y de otro carácter, ninguna política futura de EEUU desbarate sus planes. David Gross, responsable del departamento estatal a cargo de la política internacional de comunicaciones de EEUU, declaró estar "profundamente decepcionado" con la propuesta de la Unión Europea. El argumento es que un sistema como este llevaría a una burocratización no deseada de Internet. Desde 1998, ICANN ha supervisado los directorios maestros de Internet, que indican a los navegadores y programas de correo electrónico cómo dirigir el tráfico. Los usuarios de Internet interactúan en todo el mundo con ellos cada día. ICANN es una organización privada con miembros directivos internacionales, escogidos por el Ministerio de Comercio de EEUU, que en última instancia es el que ostenta el poder de veto.