Reding anuncia una nueva política de telecomunicaciones
La Comisaria europea de Sociedad de la Información y Medios de Comunicación, Viviane Reding, ha anunciado la celebración de una consulta pública sobre los nuevos planes para las industrias de radiodifusión y telecomunicaciones en el futuro. A pesar de que los planes han sido diseñados con el propósito de conseguir una mayor consistencia y estimular al mismo tiempo la competencia en Europa, la Sra. Reding ha recibido duras críticas por sus propuestas tanto por parte del Reino Unido como por los operadores europeos de telecomunicaciones. Estas propuestas han sido concebidas como un marco que sirva para reglamentar comunicaciones electrónicas tales como las redes de telefonía fija y móvil, la banda ancha y la radiotelevisión. El mercado, cuyo valor se estima en unos 270.000 millones de euros al año, cuenta en Europa con algunos de los más importantes operadores a nivel mundial. El sector juega asimismo un papel fundamental por lo que a investigación y tecnología se refiere. Los nuevos avances en aparatos y medios de comunicación son ya un importante elemento dinamizador de la economía que deberá contribuir a impulsar el volumen de ventas e ingresos en los próximos años. Entre otras propuestas se contempla la reducción del número de mercados reglamentados de 18 a 12, lo que incluye la apertura de mercados de convocatorias nacionales e internacionales y la creación de un mercado único para el espectro radiofónico. Por el contrario se regulará por vez primera la mensajería SMS y los mensajes de texto. Las propuestas tienen por objetivo asimismo acelerar la competencia dentro del mercado de Internet de banda ancha cuya aceptación por los usuarios deberá asimismo impulsar la Sra. Reding para cumplir los objetivos i2010. En palabras de la Sra. Reding, "Las normas europeas en materia de telecomunicaciones son realmente ejemplares en lo que a competencia, inversión e interés del consumidor se refiere". "Sin embargo, nos falta la valentía que nos permita completar el proceso de apertura de mercados iniciado en los 90. En el mundo de la electrónica de hoy en día las fronteras nacionales resultan ya superfluas para la tecnología, los intereses económicos y la conducta de los consumidores. La existencia de un conjunto de normas europeas bien desarrolladas no tiene sino ventajas para los operadores, innovadores tecnológicos, proveedores de servicios y ciudadanos el general. Una mayor competencia más allá de las fronteras y un mejor acceso al espectro, ambas materias primas de la sociedad de información, son elementos indispensables para mantener las ventajas competitivas en el sector de las telecomunicaciones". Se calcula que la utilización del espectro radiofónico equivaldría en términos económicos hasta a un 2 por ciento del PNB de Europa, y esta cifra no hace sino aumentar. La comisaria señaló que "Existe el inconveniente en Europa de que no contamos, como en Estados Unidos, con un régimen único para la gestión del espectro, sino con 25 regímenes diferentes". Propuso asimismo la creación de una Agencia Europea del Espectro que se ocupe de la gestión de las diversas frecuencias, entre ellas las que corresponden a las comunicaciones móviles e inalámbricas, la radiodifusión y el GPS. En una Europa móvil es de esperar que los dispositivos móviles o inalámbricos funcionen correctamente más allá de las fronteras nacionales. La comisaria aseguró que se eliminará la reglamentación en seis mercados. "Los reguladores no deberían intervenir en mercados en donde la competencia permite asegurar a los usuarios un régimen de bajos precios, gran calidad y servicios innovadores", declaró. La consulta propondrá asimismo la eliminación de la reglamentación de los mercados mayoristas de acceso y originación de llamadas en las redes públicas de telefonía móvil y de transmisión de radiodifusión. Sin embargo, la industria de las telecomunicaciones ha reaccionado con rapidez a la vez que con enfado a las propuestas, asegurando que éstas no han ido todo lo lejos que cabría esperar de ellas. En palabras de Michael Bartholomew, director de ETNO, la asociación de Operadores Europeos de Redes de Telecomunicaciones, "Dado que las directivas revisadas no entrarán en vigor antes de 2010, dicha revisión debería ser lo más innovadora posible de manera que tenga en cuenta la rápida evolución del mercado. No se presentará ninguna otra oportunidad de cambiar la red antes de 2015. Para entonces la distancia entre Europa y sus socios del resto del mundo se habrá incrementado aún más y Europa habrá dejado pasar de largo la última oportunidad de cumplir con la Estrategia de Lisboa". Para ETNO, si la innovación tecnológica sigue progresando de acuerdo con lo previsto, la fusión de las industrias de radiodifusión y telecomunicación dará lugar a una serie de nuevas ideas que aún no han sido estudiadas, o a nuevas tecnologías que podrían significar una reducción de costes y la simplificación del acceso para los consumidores. Ello tendría quizás implicaciones no sólo para los operadores de telecomunicaciones, sino también para las empresas de radiotelevisión. Europa cuenta con la mayor empresa de radiotelevisión del mundo, la BBC, así como con la mayor productora independiente de televisión, Endemol, sin embargo la verdadera "convergencia" de telecomunicaciones y radiodifusión significa que todas las empresas europeas de radiotelevisión se preocupen de buscar nuevos medios de comunicación a través de los que poder realizar sus emisiones. ETNO considera que el marco propuesto podría dificultar el desarrollo de estas nuevas áreas y con ello impedir el desarrollo de nuevos mercados. Por ejemplo, hoy en día se puede acceder a la banda ancha a través de la fibra óptica, el cable, el WiFi, el WiMax o el 3G, cada uno de ellos un mercado diferente en teoría. No obstante, si todos esos mercados se liberalizan, estas diferentes plataformas podrían competir en condiciones de igualdad, por ejemplo en lo que se refiere a precios y servicios. Pero la Sra. Reding no piensa que todos estos mercados estén ya lo suficientemente maduros como para que se pueda proceder a su total liberalización. En oposición directa a la reacción de ETNO, la ECTA, Asociación Europea para la Competitividad en las Telecomunicaciones, que representa a las empresas de telecomunicación de menor tamaño, aprobó en términos generales estas propuestas. La ECTA considera por el contrario que la eliminación de la reglamentación en algunos mercados como el minorista podría resultar prematura y supondría conceder una ventaja competitiva a los operadores más grandes. El Reino Unido ha sido de momento el único Estado miembro que ha criticado las propuestas. Su ministro de industrias creativas Shaun Woodward advirtió que éstas podrían tener como consecuencia el traslado de los servicios combinados de medios de comunicación a otros países fuera de la UE para de esta manera escapar a la presión reguladora. "Si la Comisión está equivocada, la causa misma del crecimiento de las industrias creativas, todas estas personas, se sentirán inhibidas por toda una nueva explosión de reglamentación y toda una nueva explosión de cumplimiento", aseguró. La estrategia del Reino Unido ha consistido en reagrupar a empresas de radiotelevisión y a operadores de telecomunicaciones bajo un único organismo regulador menos intervencionista, el OFCOM. La consulta pública de la Comisión finalizará en octubre de 2006 y a partir este momento las propuestas legislativas serán presentadas al Consejo y al Parlamento.